BRUJULA CIUDADANA Migración y Seguridad | Page 35

2) P erspectivas locales y federales sobre la inseguridad 33 Además de investigar los crímenes, la poli- cía cumple otras funciones criticas; resuelve conflictos sociales menores que reducen la crispación social y recaban información para el control de los elementos criminales dentro de una comunidad. Podemos entender la seguridad como una política de información y represión de conductas no deseables. En un sistema funcional, la información es re- cabada por elementos de policía comunitaria que se ganan la confianza de la ciudadanía, mientras que la política de persecución de delitos es decidida por las fuerzas políticas que controlan la policía. En nuestro país, la policía no tiene la confianza de la ciudadanía, pues no solo tolera delitos que lastiman a la comunidad, sino que, en mu- chos lugares, es vista como parte de las ban- das delincuenciales. La distinción entre tolerar y ser parte de es quizá lo más importante en lo que hay que trabajar. Es decir, aún en los países con seguridad y Estado de Derecho, existen ciertas conductas delictivas que son toleradas aunque la sociedad prefiera que mantengan prohibidas, como la prostitución o la venta de drogas. En Suecia por ejemplo, se vende droga, pero la ciudadanía entiende que la policía y el go- bierno local toleran la actividad, nunca que son parte de la banda que la vende, por lo que los ciudadanos saben que si denuncian un acto de la banda criminal, este será aten- dido; en nuestro país esto no aplica. Lo más crítico para tener seguridad es romper con la complicidad entre nuestras fuerzas de se- guridad y la criminalidad. Una tarea no fácil, pues la corrupción no es de individuos, si no de redes grandes y complejas que llevan tiempo delinquiendo y no tienen incentivos para dejar de hacerlo. Esto es lo que se intenta romper el Sistema Nacional Anticorrupción. Ganarse de nuevo la confianza ciudadana no es fácil, pero sí factible. Hoy tenemos ejemplos exitosos de policías comunitarias que funcio- nan en Ciudad Neza y en Morelia. Para lograr seguridad es necesario cambiar las señales y perseguir implacablemente, hasta desapa- recer, a bandas criminales y aquellos funcio- narios que los ayudan, cuando estas bandas trasgredan las normas toleradas. Para que la señal sea efectiva, y el cambio duradero, es necesario perseguirlos con la ley, es decir, hay que ganarles con el Estado, no con la fuerza. Si la persecución es solo fuerza, se incentivan los enfrentamientos con más poder de fuego, el Estado se convierte en una banda más a derrotar, sin embargo, si se persigue con la ley, eventualmente las bandas entienden que existe un limite y que sin importar quien esté en el gobierno, la respuesta siempre será igual y aprenderán a respetar el límite.