BRUJULA CIUDADANA Migración y Seguridad | Page 33

2) P erspectivas locales y federales sobre la inseguridad 31 En México, no hay Estado de Derecho, no hay un consenso ciudadano de la justicia de las normas, ni de su aplicación y, más grave aún, la violación de la norma no tiene costo social. Llevamos años de vivir en un sistema que premia a los criminales dentro del gobierno, o protegidos por este, que minaron la con- fianza de las personas en las instituciones de justicia del Estado. En México existe una cultura y una economía de la ilegalidad, cambiarla debe ser prioridad si queremos llegar a tener seguridad, pues no puede haber seguridad si no hay consecuen- cias por la violación de las normas. El funcionamiento correcto de todo el sis- tema de justicia genera seguridad y confian- za de la ciudadanía hacia las instituciones. En nuestro país el sistema de justicia está compuesto por las policías, las fiscalías, la defensoría pública, los jueces y finalmente el sistema penitenciario. Algunos antecedentes sobre la aplicación de la justicia La justicia aplicada en México había sido, hasta hace unos años, una justicia que considera- ba que una persona acusada era culpable y que debía defenderse para demostrar su inocencia, por lo tanto, hacía uso de la prisión preventiva de manera sistemática, causando enormes injusticias. Hace once años se modificó el sistema penal, se cambió por un sistema que considera que la persona es inocente hasta que se pruebe lo contrario. Un sistema que pone la carga de la prueba en el Estado. Un sistema que evalúa el uso de la prisión preventiva y la utiliza esporádicamente. Además, se modificó la forma en la que se llevan a cabo los juicios penales; antes eran documentales, hoy son juicios orales en presencia de las partes y del juez. Para el cambio, se asignaron recursos y tiem- po, que fueron desaprovechados por casi todas las entidades federativas. En la mayoría de los estados, no se entrenó a la policía en sus nuevas funciones críticas como recopi- ladores de evidencia, ni a los fiscales en la integración de la carpeta de investigación o en la argumentación del caso frente a un juez. De tal suerte que, al entrar en vigor la reforma, la mayoría de los participantes del proceso no estaban calificados para ins- trumentarlo. Esto ha llevado a que exista la percepción de que el sistema no sirve y que se ha incrementado la impunidad, lo cual ha dado excusa a los políticos para regresar al sistema de prisión preventiva y, a su vez, volver a los vicios de siempre.