BRUJULA CIUDADANA Las redes de la corrupción | Page 31

2) A mérica L atina y sus experiencias frente a la corrupción 29 momento, acerca de la colaboración masiva con sectores abiertamente criminales, sin que ello se tradujera aún en sanciones penales ejemplares como, por ejemplo, sí sucedió en Colombia gracias a la acción de la Corte Suprema de Justicia. En el caso del detenido exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, los medios de comunicación informaron, en su momento, sobre la colaboración masiva con sectores abiertamente criminales, sin que ello se tradujera en sanciones penales ejemplares como, por ejemplo, sí sucedió en Colombia con la acción de la Corte Suprema de Justicia. Foto de AP/ Moises Castillo. Aunque en México no hay evidencia judi- cial -aunque sí información periodística- que sustente la existencia de acuerdos masivos de cooptación entre agentes criminales, fun- cionarios públicos de alto nivel y agentes privados, la intensa y barbárica violencia, la impunidad con que operan múltiples redes criminales a lo largo del país, y la grave -y aún desconocida- magnitud de los desplazamien- tos y las desapariciones forzadas, permiten suponer la existencia de estos escenarios. En el caso del detenido exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, por ejemplo, los medios de comunicación informaron, en su Frente a estos escenarios, es urgente contar en México con mecanismos que permitan identificar y enfrentar acuerdos de colusión entre funcionarios públicos, agentes crimina- les y agentes privados, más allá de medidas anticorrupción tradicionales, como leyes de transparencia u obligatoriedad en la decla- ración de rentas de funcionarios públicos. Confrontar efectivamente la corrupción re- quiere reconocer que el soborno no es el único mecanismo de articulación, y que la pérdida del presupuesto público no es su único efecto. De hecho, en contextos ins- titucionales débiles como el de Colombia y México, caracterizados también por una intensa actividad criminal, la corrupción rápi- damente se traduce en desaparición forzada, desplazamiento forzado y otras formas de victimización humana masiva. Sólo cuando aquellos actores con capacidad para iniciar las transformaciones sociales y políticas que México necesita, reconozcan esta realidad, se privilegiará la construcción social de ins- tituciones, sobre las ganancias económicas y políticas de corto plazo.