BRUJULA CIUDADANA Las redes de la corrupción | Page 31
2) A mérica L atina
y sus experiencias frente a la corrupción
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momento, acerca de la colaboración masiva
con sectores abiertamente criminales, sin que
ello se tradujera aún en sanciones penales
ejemplares como, por ejemplo, sí sucedió
en Colombia gracias a la acción de la Corte
Suprema de Justicia.
En el caso del detenido exgobernador de Veracruz, Javier
Duarte, los medios de comunicación informaron, en su
momento, sobre la colaboración masiva con sectores
abiertamente criminales, sin que ello se tradujera en sanciones
penales ejemplares como, por ejemplo, sí sucedió en Colombia
con la acción de la Corte Suprema de Justicia. Foto de AP/
Moises Castillo.
Aunque en México no hay evidencia judi-
cial -aunque sí información periodística- que
sustente la existencia de acuerdos masivos
de cooptación entre agentes criminales, fun-
cionarios públicos de alto nivel y agentes
privados, la intensa y barbárica violencia, la
impunidad con que operan múltiples redes
criminales a lo largo del país, y la grave -y aún
desconocida- magnitud de los desplazamien-
tos y las desapariciones forzadas, permiten
suponer la existencia de estos escenarios.
En el caso del detenido exgobernador de
Veracruz, Javier Duarte, por ejemplo, los
medios de comunicación informaron, en su
Frente a estos escenarios, es urgente contar
en México con mecanismos que permitan
identificar y enfrentar acuerdos de colusión
entre funcionarios públicos, agentes crimina-
les y agentes privados, más allá de medidas
anticorrupción tradicionales, como leyes de
transparencia u obligatoriedad en la decla-
ración de rentas de funcionarios públicos.
Confrontar efectivamente la corrupción re-
quiere reconocer que el soborno no es el
único mecanismo de articulación, y que la
pérdida del presupuesto público no es su
único efecto. De hecho, en contextos ins-
titucionales débiles como el de Colombia
y México, caracterizados también por una
intensa actividad criminal, la corrupción rápi-
damente se traduce en desaparición forzada,
desplazamiento forzado y otras formas de
victimización humana masiva. Sólo cuando
aquellos actores con capacidad para iniciar
las transformaciones sociales y políticas que
México necesita, reconozcan esta realidad,
se privilegiará la construcción social de ins-
tituciones, sobre las ganancias económicas
y políticas de corto plazo.