BRUJULA CIUDADANA El TLC más allá de las mesas de renegociación | Page 40

Brújula Ciudadana 92 38 que esté ligada al comercio transfronterizo y que una o algunas compañías estadounidenses (o canadienses) consideren que esto va en detrimento de sus propios cotos de mercado. Diseñados de tal manera, los capítulos labo- rales y ambientales –independientemente de la bondad y pertinencia de sus principios- podrían acentuar la naturaleza proteccionista de la renegociación. Las probabilidades de un mal arreglo Al cabo de tres rondas, quedan claras las cartas estadounidenses y algunas de los canadienses. Del lado mexicano, no se ve claro qué cartas duras tiene para renegociar. Algunos comentaristas han sugerido que México podría interrumpir su cooperación en materia de lucha al narcotráfico y de protección de la frontera sur (enmarcadas bajo la Iniciativa Mérida) ante un endurecimiento de Washington en materia comercial. Semejante posición es tan débil como la sugerida ya por el gobierno de salirse del acuerdo si la alternativa es un mal arreglo. Empezando ya el último año del sexenio, con una administración muy baja en su popularidad, carcomida por la corrupción y asediada por políticas proteccionistas y antiinmigratorias provenientes del norte, resulta poco creíble que el gobierno actual pueda utilizar la suspensión del acuerdo comercial o de la cooperación antinarcóticos como cartas duras en la renegociación del TLCAN. Lo más probable es que se llegue a un mal arreglo, con presiones sobre y bajo la mesa, pero que se pueda vender a los empresarios mexicanos como una fórmula “modernizada” del acuerdo, aunque funja como marco para pactar acuerdos de comercio administrado en el futuro, con aranceles y cupos, tal y como el acuerdo del azúcar lo mostró poco antes de iniciar las rondas de la renegociación. La pregunta que queda en el aire es si la nueva administración que entrará en funciones en diciembre del 2018 estará sa- tisfecha con semejante arreglo.