BRUJULA CIUDADANA El TLC más allá de las mesas de renegociación | Page 23
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incertidumbre en las renegociaciones y temas pendientes
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sólo la falta de convergencia de los sala-
rios manufactureros entre los tres socios
del TLCAN, sino el hecho de que México
ejerce una política deliberada de supresión
salarial, se multiplican las voces patronales,
de las cúpulas sindicales y de la tecnocracia
gubernamental mexicana diciendo que no
permitirán presiones externas en asuntos
internos. O sea, tenemos el patriótico de-
recho a seguir explotando a los trabajadores
mexicanos porque son mexicanos, para eso
están, y punto.
En suma: si la única manera de elevar los sa-
larios en la manufactura mexicana es porque
Estados Unidos nos lo exige como condición
para permitir que los productos mexicanos
sigan entrando al mercado más grande del
mundo sin aranceles, así sea.
Ahora bien, la mejor arma para elevar los
salarios en México en el mediano plazo (en
el largo plazo es el pleno empleo formal)
consiste en el ejercicio cabal de los derechos
laborales: de sindicalización, de negociación
colectiva, de regulación gubernamental, de
prohibición del trabajo infantil, de horas ex-
tras no pagadas, de despidos injustificados, de
subcontratación en detrimento de los salarios
y los derechos sindicales, y por supuesto, de
formación, capacitación y entrenamiento
para la economía impulsada por las nuevas
tecnologías.
Enormes sectores de la economía mexicana
—véase sólo el caso de las maquiladoras,
la nueva agricultura de exportación y Wal-
mart— no están sindicalizados, o se encuen-
tran bajo la égida de lo que atinadamente
se llamaban sindicatos charros o blancos.
A nadie, salvo a algunos patronos de esos
sectores, le puede convenir esta situación.
El verdadero objetivo del TLCAN renego-
ciado no debería ser mejorar la balanza co-
mercial de cada economía, sino fomentar una
estructura industrial integrada en América
del Norte, que provea mejores empleos y
mayores salarios para los trabajadores de los
tres países. Como lo han comentado exper-
tos sobre la región, Canadá, Estados Unidos
y México deberían aprovechar plenamente
las oportunidades para la cooperación que
se derivan de la proximidad geográfica, de la
complementariedad de sus mercados labora-
les, de su dinámica demográfica combinada
y de su creciente integración económica.
En suma, la clave en materia de salarios,
derechos laborales y de migrantes reside
en la existencia de castigos o penalidades
“con dientes” en caso de incumplimiento, e
instancias trinacionales para denunciar dicho
incumplimiento. Las únicas sanciones efica-
ces consisten en el retiro de los beneficios
comerciales, algo ya consagrado en varios
tratados. Empresa que no permita sindica-