BRUJULA CIUDADANA El TLC más allá de las mesas de renegociación | Page 10
Brújula Ciudadana 92
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medioambientales. Así pues, las posturas de
México y Canadá contrastan patentemente
con la agenda menos ambiciosa y más na-
cionalista de la administración Trump, pero
no son enteramente compatibles entre sí.
Primer corte: Incompatibilidades
ideológicas
La condición más importante de lo posible es
de corte ideológico. Para una renegociación
exitosa debe primero haber un principio
común, por ejemplo, el libre comercio. El
acercamiento de la administración Trump
al comercio internacional no comparte este
principio. Tiene una lógica nacional, que tiene
más en común con el mercantilismo que con
el liberalismo económico que ha impulsado
a Estados Unidos durante décadas. Canadá
tiene la postura más clara en favor de una
apertura comercial robusta. Y México llega
con una postura mixta y complicada, dado
su imperativo de desarrollo económico y un
liderazgo relativamente enfocado en salvar
la relación económica con EUA. El socio
más fuerte es Estados Unidos y gran parte
de lo que se logre seguramente se acercará
a la postura ideológica de la administración
Trump, la cual no valora el libre comercio
como un objetivo en sí mismo.
Segundo corte: Agendas e
intersecciones
Además de la brecha ideológica que enreda
las bases de la renegociación, para determi-
nar los contornos del futuro del tratado, se
deben analizar los elementos específicos de
la renegociación, a partir de la agenda más
angosta y de mayor peso político —e.g., la
de Estados Unidos.
La reducción del déficit comercial que mantie-
ne EUA con México es un elemento imposi-
ble de imponer dentro del tratado. Los défi-
cits comerciales obedecen a lógicas fuera del
libre comercio, fundamentalmente porque
se relacionan con los flujos financieros que
representan la suma de las microdecisiones
de los actores del libre mercado —desde las
empresas manufactureras hasta los consu-
midores, que se supone actúan con base en
sus intereses individuales y no en los gran-
des designios de un Estado central. La única
manera de reducir los déficits comerciales a
partir de un acuerdo comercial es reestruc-
turar los incentivos a partir de un alza en las
tarifas de importación o el establecimiento de
otras formas de proteccionismo —que por
definición son contrarias al espíritu del libre
comercio. La posibilidad de una reconciliación
negociada implica la inserción de restriccio-