BRUJULA CIUDADANA El Ejecutivo y su curva de aprendizaje | Page 19
1) E conomía
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por consiguiente, aumentar la prosperidad
y desarrollo económico y social.
Si retomamos la definición de inversión en la
teoría económica, ésta se refiere a la forma-
ción de capital real, es decir, al incremento en
la capacidad de generar valor. Una inversión
es la asignación de recursos en la expectativa
de un beneficio futuro.
Hay un núcleo significativo de industriales
mexicanos que tiene clara la película. La Con-
federación de Cámaras Industriales de los
Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN)
y el Instituto para el Desarrollo Industrial
y el Crecimiento Económico A. C. (IDIC)
han presentado una propuesta de política
industrial de México denominada ‘Hacia una
industria del futuro’, con la cual promueven
la producción competitiva de insumos in-
termedios y bienes de capital, es decir que
impulse la productividad y competitividad de
las empresas nacionales, el fortalecimiento
del mercado interno y del capital humano,
y la generación de infraestructura y el finan-
ciamiento de la actividad productiva.
Ese es un camino acertado para acelerar la
inclusión y movilidad social con base en el
empleo formal bien remunerado que además
se encuentre sustentado en bases produc-
tivas. Se trata del camino al desarrollo que
en distintas etapas de la historia económica
emprendieron los países más desarrollados y
dinámicos como Estados Unidos, Alemania,
Gran Bretaña, Japón, Corea del Sur, China
y los conocidos como los Tigres Asiáticos.
La CONCAMIN y el IDIC subrayan que la
instrumentación de una política industrial
globalmente productiva, competitiva y de
inclusión social se traducirá en un incremento
en el bienestar de la población, mediante la
creación de empleos bien remunerados y con
prestaciones sociales, generando y distribu-
yendo la riqueza de manera productiva, sin
cargo al erario ni mayores impuestos.
El mandato del presidente de la república a
su equipo es movilizar a inversionistas insti-
tucionales hacia la inversión en infraestruc-
tura. Sin embargo, la división del trabajo en
el sentido de que el gobierno se encarga de
los proyectos prioritarios del presidente y
el sector privado del resto no es suficiente.
Las expectativas de los inversionistas están
centradas en la generación de confianza y esta
se construye de manera cotidiana con prácti-
cas sanas más que con consignas mediáticas.
Veo que los megaproyectos de infraestruc-
tura que están sobre la mesa tienen pocas
perspectivas de materializarse. En primer
lugar, porque, a causa de factores imprevis-
tos, invariablemente se necesita mucho más
dinero que el monto planeado originalmente;