BRUJULA CIUDADANA Agenda social y entorno global | Page 21

1. P olítica social y económica : una agenda que demanda soluciones 19 En cambio, en el diseño del sistema de eva- luación del desempeño para la permanencia privó la desconfianza hacia el magisterio, ha- cia la escuela pública y hacia las autoridades educativas de los estados. Privó también la desconfianza en la propia evaluación, eje del nuevo servicio profesional docente: en efecto, una evaluación del desempeño bien hecha detectaría conocimientos profundos y capacidades manifiestas en la acción, no tendría por qué repetirse diez o doce veces en la trayectoria laboral de una maestra o un maestro, lo que no debe significar ausencia de evaluación; por el contrario, en cada escuela y zona escolar debería evaluarse continua- mente el trabajo realizado (inclusive el de los directivos y asesores pedagógicos), por las autoridades inmediatas, con las opiniones de estudiantes, madres/padres de familia y colegas, como planteó desde los años cua- renta del siglo XX, el ilustre profesor Rafael Ramírez. La mala calidad de la evaluación es uno de los problemas principales del Servicio Pro- fesional Docente. No debemos quitar la atención de este punto; no deberíamos ser condescendientes con evaluaciones no ri- gurosas, sobre todo por su alto impacto en la trayectoria laboral del magisterio mexi- cano 7 . Es necesario que la evaluación del desempeño docente –ya sea para ingreso, promoción o permanencia en el servicio profesional docente- sea sistemáticamente sometida a evaluación, principalmente en su aspecto sustancial, hecho que hasta ahora no ha ocurrido, pese a la existencia de un gigan- tesco Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Cierto, se han rea- lizado varios estudios sobre la organización, el funcionamiento de los mecanismos y las condiciones de aplicación, y aun sobre las percepciones de los sustentantes al proce- so; todo ello es necesario, pero totalmente insuficiente: “La evaluación sustancial de los procesos de evaluación docente es indispensable para demostrar su rigor técnico, confiabilidad, justicia, para asegurar su utilidad en relación con la gran finalidad de la reforma (mejorar la calidad del aprendizaje) y, también, para avanzar en su legitimidad entre vastos sec- tores del magisterio, la cual es indispensable para que maestras y maestros emprendan acciones conscientes y correctamente fo- calizadas para el mejoramiento de la calidad en cada escuela, incluyendo la transformación de su propia práctica.” 8 7 Al respecto sugiero la lectura del siguiente reporte: Ramírez Raymundo, Rodolfo y Concepción Torres Ramírez (2016), La evaluación del desempeño docente: de lo comprometido a lo realizado, Temas estratégicos # 34, México, Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República. 8 Ibid, p. 19