book Percy Jackson y La Maldicion del Titan | Page 35
Annabeth subía trabajosamente la colina. Había antiguas columnas griegas de mármol esparcidas aquí
y allá, como si un enorme edificio hubiese saltado por los aires.
—Espino —gritaba Annabeth—. ¿Dónde estás? ¿Para qué me has traído aquí?
Cruzaba un muro en ruinas y llegaba a la cima.
Jadeaba.
Y allí estaba Luke. Sufriendo tremendos dolores.
Se había de