Referencias
•Alcantara, M. G. (2008). La definición de salud de la Organización Mundial de la Salud y la interdisciplinariedad. Sapiens: Revista de Investigación, vol.9, núm.1, junio, 2008, pp.93-107, disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=41011135004
•Barragan, E. A.; Morales, M.C. (2014). Psicología de las emociones positivas: generalidades y beneficios. Enseñanza e Investigación en Psicología, vol. 19, núm. 1, pp. 103-118. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/292/29232614006.pdf
•Folkman, E. S. y Moscokwitz, J.T. (2000). Positive affect and the other side of coping. American Psychology, 55, 647-654.
•Oblitas, L. (2017). Psicología de la Salud y Calidad de Vida. México: Cengage Learning, 4ta Edición.
•Piqueras, R. J., Ramos, V., Martinez, A., Oblitas, L. (2009). Emociones negativas y su impacto en la salud mental y física. Suma Psicológica vol.6 no.2, pp. 85-112. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/1342/134213131007.pdf
•Salovey, P., Rothman, A., Detweiler; J., & Steward, W. (2000). Emotional states and physical health. American Psychologist, 55, 110-121.
•Wolman, B. B. (2009). Diccionario de ciencias de la conducta. México: Trillas
a) Ayuda a activar el sistema parasimpático para regular el estado fisiológico y reequilibrar al organismo, evitando que el enorme torrente de sustancias liberadas por la continua sobre-excitación pueda llegar a dañar órganos y tejidos.
b) Contribuye al desarrollo de hábitos saludables para el cuidado de nuestra salud, pudiendo generar algunos círculos virtuosos, por ejemplo: una persona alegre y optimista estará más motivada a practicar un poco de ejercicio, y a su vez el ejercicio liberará endorfinas que le ayudarán a mantener un mejor estado anímico.
c) Las emociones positivas también tienen la capacidad de incidir favorablemente en una visión de futuro más esperanzadora, que propicie un afrontamiento activo y un mejor apego al tratamiento médico en caso de requerirlo, y
d) Se ha demostrado que estas emociones positivas inciden no solo en el individuo, sino también en su entorno social, ayudándolo a establecer buenas relaciones familiares y laborales que se reflejan en un mejor estado de salud general y que en condiciones adversas les permiten contar con una red de apoyo para afrontar la adversidad, lo cual se relaciona con mayor resistencia a enfermedades infecciosas, menor incidencia de enfermedades coronarias, mejor recuperación de cirugía cardiaca y aún menor mortalidad (Salovey, Rothman, Detweiler y Steward, 2000)
Por todo lo anteriormente descrito, el trabajo con las emociones constituye un aspecto fundamental en nuestra labor como psicólogos al promover la salud, prevenir y/o atender la enfermedad.