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Situaciones incontrolables

María Cristina Canales Cuevas

Si pidiéramos a las personas que definan la palabra emoción, probablemente hablarán de sus sentimientos. No obstante, la razón última para la existencia de las emociones es proporcionar patrones de comportamiento apropiados para situaciones particulares; la evolución ha seleccionado patrones de respuestas emocionales útiles para el organismo que las posee (Carlson, Buskist, Heth y Schmaltz, 2009).

Ekman (1992) comenta que las conductas emocionales básicas, como el miedo, son comportamientos universales que están presente en otras especies, tienen estímulos provocadores universales, su inicio es rápido y son de breve duración; el miedo está acompañado por una reacción fisiológica, de la cual es responsable el sistema nervioso autónomo, que prepara al organismo en situaciones de emergencia lo disponen para la lucha o fuga.

Imaginemos un escenario, una situación aversiva e incontrolable en la cual no tenemos el control sobre los eventos que ocurren y de la cual no podamos escapar. ¿Cuál sería nuestra reacción? ¿Sentiríamos miedo? ¿Puede esta experiencia marcar nuestra vida?

La indefensión aprendida es un estado psicológico que se produce frecuentemente cuando los acontecimientos son incontrolables y no se puede escapar a ellos. Un individuo en este estado muestra una disminución en la motivación para iniciar respuestas voluntarias; le resulta difícil aprender que su respuesta es eficaz para controlar otros acontecimientos; y emocionalmente muestra signos de depresión y ansiedad.

La indefensión aprendida se describió por primera vez con animales de laboratorio bajo el paradigma de condicionamiento pavloviano y condicionamiento instrumental. Al ocurrir un hallazgo inesperado: Mientras que los perros ingenuos aprendían a escapar de manera eficiente ante una descarga eléctrica (saltando una barrera en una caja de vaivén); otros perros que habían experimentado en el pasado varias veces situaciones con descargas que no habían podido evitar, ni escapar, mostraban dificultades para aprender una respuesta de escape.

Overmier y Seligman (1967) comentaban que estos perros corrían desenfrenadamente durante unos segundos y después se quedaban quietos, se tumbaban y comenzaban a gemir suavemente. Los perros no escapaban, ni lo hacían en los siguientes ensayos, físicamente estaban sanos y poseían capacidades para escapar, por lo que se pensó que el problema debía ser de tipo psicológico. Iniciando así un campo de investigación que busca comprender el fenómeno de la indefensión aprendida.

Diversos estudios con animales y humanos han demostrado que la indefensión ocurre bajo diversas circunstancias, pero no depende de los parámetros de la descarga, ni de la existencia de una señal que preceda el evento aversivo, así como tampoco el lugar donde se da el entrenamiento.

La indefensión aprendida al parecer depende de la experiencia que se tiene con eventos incontrolables.

Se ha teorizado que esta incontrolabilidad parece distorsionar la percepción del control que se puede tener sobre el ambiente y que un organismo aprende que ninguna respuesta activa o pasiva puede controlar un evento (Abramson, Seligman y Teasdale, 1978). De acuerdo con la hipótesis de la indefensión aprendida, la incontrolabilidad percibida conduce a expectativas sobre el futuro y perjudican el proceso de aprendizaje (Maier y Seligman, 1976).

Es importante notar que, no todos los sujetos están en la misma disposición para adquirir la indefensión aprendida, ya que no todos actúan de igual forma ante situaciones incontrolables. La explicación más probable es que se debe a la experiencia; porque cuando un sujeto tiene la experiencia de haber controlado eventos anteriores, ya sea evitando o escapando de la situación, está predispuesto a no presentar indefensión o a abandonar un estado de indefensión con facilidad, aprende más fácil y rápido la relación respuesta-resultado

A más de 50 años de investigación se han documentado a profundidad los mecanismos biológicos de la Indefensión (Maier y Seligman,2016) y algunos aspectos de la teoría original se han reformulado: ahora se conoce que la pasividad y el aumento de la ansiedad que sigue a los factores estresantes incontrolables durante varios días no se produce por alguna expectativa, sino por una reacción no aprendida, ya que la estimulación aversiva prolongada sensibiliza a un conjunto específico de neuronas.

El continuo trabajo en esta área ha refinado la teoría original mediante la identificación de otros factores que influyen en el comportamiento y ha mostrado que los organismos son sensibles a la dimensión del control, y lo crítica que puede ser esta dimensión.

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La indefensión aprendida es un estado psicológico que se produce frecuentemente cuando los acontecimientos son incontrolables y no se puede escapar a ellos.

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