Referencias:
•Camacho G. (2014) La autoevaluación en el aula. Un método innovador para mejorar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje en la formación de maestras y maestros. Revista Integra Educativa 7(2): 159-172
•Díaz B. y Hernández R. (2002) Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista. México: McGraw-Hill
•Fernández S. (2011) La autoevaluación como estrategia de aprendizaje. Revista de didáctica ELE. (13); 1-15
•Pons R. y Serrano J. (2012) Hacia una evaluación constructivista de los aprendizajes escolares. Revista de evaluación educativa. 1(1): 1-29
- Reflexión cotidiana: Consiste en recapacitar y dar respuesta a preguntas, tales como: qué quiero aprender, qué sé, cómo lo hago, etc.
- Contraste con el profesor: entrevistas, y conversaciones con el docente que permitan identificar el avance y dar recomendaciones.
- Pruebas: Ejercicios a manera de cuestionarios o exámenes, que permitan mostrar una calificación basada en normas.
- Visualización: Elementos gráficos que permitan identificar de manera rápida la participación, motivación y dedicación al estudio, como por ejemplo la barra de avance de un curso.
En esencia, la autoevaluación deberá tener un carácter formativo, ya que está enfocada en orientar al estudiante para mejorar su proceso de aprendizaje, entre las principales formas de autoevaluación se encuentran las siguientes (Fernández, 2011):
entre las principales formas de autoevaluación se encuentran las siguientes (Fernández, 2011):
De manera general, la autoevaluación es una actividad que ayuda al autoconocimiento y comprensión del proceso de aprendizaje y favorece los procesos de autorregulación y autonomía, sin embargo, es necesario que sea guiada adecuando las necesidades del curso, pero también los intereses y avances de cada estudiante, con la finalidad de que la información que el estudiante obtiene, se convierta en una pauta de trabajo y aprendizaje continuo.
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