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Referencias Bibliográficas:
•de la Cruz F., Chehaybar K. y Abreu L. (2011) Tutoría en educación superior: una revisión analítica de la literatura. Revista de la educación superior. 40(1):189-209
•Pagano M. (2007) Los tutores en la educación a distancia. Un aporte teórico. Revista de Universidad y sociedad del conocimiento. 4(2): 1-11
•UNAM (2012) Sistema Institucional de Tutorías para la UNAM. Guía coordinadores. Disponible en: http://www.tutoria.unam.mx/sites/default/files/sitUNAM_1.pdf
De acuerdo con esta breve descripción de las habilidades y atributos de un tutor se muestra no tan sencillo realizar esta actividad, por ello se considera vital que este agente educativo esté formado y tenga vocación para la tutoría (Lucas, 2000; citado en de la Cruz, Chehaybar y Abreu, 2011), ya que el sentido de esta actividad es apoyar al estudiante a superar las dificultades que se le presenten durante su trayectoria académica (Pagano, 2007).
Aunado a lo anterior, los ambientes virtuales requieren de habilidades adicionales, tanto del tutor como del tutorado, ya que los medios, las modalidades y temporalidades en las que se pueden llevar a cabo las sesiones de tutoría se modifican, por lo tanto es necesario que los tutores comprendan el aprendizaje de sus tutorados y que lleven a cabo sus funciones considerando diversos aspectos, entre ellos, las necesidades didácticas, técnicas y psicoafectivas del estudiante, evidenciando así una adecuada mediación que cumpla con los objetivos del programa de tutoría, que como fin último tiene la mejora en el desarrollo y formación integral del estudiante (UNAM, 2012).
Formativos, es decir aquellos en los que el tutor utiliza sus conocimientos sobre el campo disciplinar, la experiencia y la trayectoria docente y profesional.
Didácticos, que lo conforman su conocimiento de las estrategias para facilitar el aprendizaje, la orientación en estrategias de organización, hábitos de estudio y motivación.
Interpersonales, que hacen referencia a las habilidades que requiere el estudiante para relacionarse con otros, establecer una adecuada comunicación y mostrar habilidades afectivas.
Cognitivos, que consideran aquellas habilidades que promueven la sistematización estratégica del pensamiento, como establecer metas y objetivos, proporcionar retroalimentación, cuestionar y propiciar habilidades metacognitivas.
Éticos, es decir el conjunto de valores y principios que rigen su propio actuar.
El tutor entonces requiere mostrar diversos atributos para que realmente contribuya en el desarrollo del estudiante; de acuerdo con de la Cruz (et al, 2011) estos atributos son: