Boletín SUAyED MAYO | Page 36

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Mi elección de la licenciatura en psicología fue producto de un análisis y toma de decisión cuando estudiaba los últimos semestres en el CCH Azcapotzalco. Perfilaba desde los inicios del ciclo de bachillerato en estudiar biología y con el paso de los semestres pensaba también en filosofía, sociología, antropología, medicina y hasta geografía considere. Fue al finalizar el quinto semestre del CCH cuando hice la elección de carrera y fue producto de la experiencia que tuve en la materia de Psicología que en aquel entonces nos daba una gran profesora a quien estimo y aprecio mucho de nombre Alma Flores quien fue la precursora de mi elección. Encontré que la psicología estaba limítrofe con las áreas de ciencias sociales, humanidades y biomédicas, y eso fue lo que me animó a decidirme por estudiar psicología. Sin embargo, me preguntaba una vez hecha la elección ¿de qué voy a trabajar?, y para acabar de profundizar el cuestionamiento, y ya con necesidades económicas en casa, mi padre me cuestiono: como te ven te tratan y te contratan, uuufff profunda realidad la que me receto. No desmerecí el comentario y lo deriven en formular y plantearme una trilogía utópica ante el abrumador planteamiento: 1) trabajar de la elección hecha, 2) que me guste lo que tenga que hacer, y 3) que me paguen por ello. Fue así como ese pistón utópico impulsó esta aventura, placer y devenir al ser un practicante y activista de la psicología.

Los estudios de licenciatura los curse en la Facultad de Psicología de la UNAM. En el nuevo escenario escolar, además de asistir a clases, conocí y exploraré C.U. durante el primer año. Conocí una buena parte de facultades, auditorios y lugares emblemáticos; entraba a conferencias, exposiciones, conciertos, seminarios, fiestas en facultades y eventos políticos. Me encontraba en un estado de fascinación cautivado por lo que era mi otredad y mi alter ego, y de lo cual desconocía o carecía y me sentía atrapado por aprender y constatarlo para hacerlo parte mi historia. Esta bonanza hizo que en el segundo semestre entrara a colaborar en el bioterio del entonces Centro de Investigaciones en Fisiología Celular, hoy Instituto de Fisiología Celular (IFC). En el bioterio adquirí experiencia en destetar y llevar control de tasa de crecimiento de ratones y ratas de laboratorio, inyectar conejos y gatos, así como interactuar y trabajar con personal administrativo y de base del Instituto y del bioterio. Recibía una paga no formal por parte del encargado del Bioterio, lo cual aliviaba gasto de transporte, alimentación y estudio; vivía una jornada completa en C.U. de 9:00 a 13 :00 en el IFC y de las 14:00 a las 20:00 en la Fac. de Psicología. Paralelamente me integré en el laboratorio de neurociencias del Dr. Federico Bermúdez-Rattoni en el IFC, quien había hecho su Doctorado en Psicofisiología en UCLA. La estancia duró 6 años en donde realicé el Servicio Social y realicen mi trabajo de Tesis. Aprendí cirugía estereotáxica, hacer cortes de cerebro con un micrótomo y criostato de congelación, trabajar con la computadora Apple II e, usar bata blanca como indumentaria de trabajo, hacer búsquedas de artículos, solicitarlos a los autores y recibir el reprint del artículo y coleccionar estampillas de muchos países. Asistía a seminarios internos y generales del IFC de las diversas áreas como neurociencias, bioquímica, biología celular, fisiología, genética molecular, entre otras. De los diversos experimentos que corríamos los estudiantes de Federico en su laboratorio presentábamos los hallazgos y avances en foros como el Congresos de Ciencias Fisiológicas y el Congreso Mexicano de Psicología. Alguna vez Federico invito a una estancia en el laboratorio a su mentor académico en UCLA el Dr. John García que era conocido por ser el autor del llamado “efecto García” o Condicionamiento Aversivo a los Sabores. En una reunión informal con el Dr. García recuerdo claramente sus palabras: “que antes de ser investigador había sido bombero y boxeador” ¡que revelación la suya! claramente entendí que no era lineal el proceso de formación académica y que en esos inter espacios cabían otras cosas y que no eran la academia. Ya con mayores apremios económicos en casa me doy a la tarea de buscar trabajo y llegó a cubrir un interinato de 4 meses en la Unidad de Cómputo de la Fac. de Psicología. Fortalecí el manejo en equipo PC, el uso de programas como procesadores de Texto, bases de datos y el emblemático SPSS para hacer análisis estadístico. Este interinato fortaleció un conjunto de pericias como es la gestión, planeación y sistematización de uso de instrumentos en psicología lo cual fue el pasaporte para que entrar a trabajar a CONASIDA (hoy CENSIDA). Colaboré en un protocolo de investigación sobre la calidad de vida de pacientes con VIH-SIDA con menos de 500 cd4. Profundicé la experiencia en investigación y se acrecentaron mis interrogantes sobre la articulación entre el constructo bio psico social cultural, renuncié de forma voluntaria a una plaza por incompatibilidad de horarios de trabajo, y busqué otra opción de trabajo y por tres meses estuve en los Centros de Integración Juvenil. Posteriormente ingresé a estudiar la Maestría en Psicología Social, del cual fui becario de CONACyT. Al concluir los estudios de maestría me integré a trabajar en Hogar Integral de Juventud que es una Institución de Asistencia Privada experimento una profunda transformación, ya que como Comunidad Terapéutica dedicada a atender a usuarios de sustancias psicoactivas, viviría un proceso de formación e investigación en la acción la cual integraba supervisión profesional por parte de tres asesores científicos de la Unión Europea: Roberto Merlo, Efrem Milanese y Brigitte Laffay, el objetivo, articular la teoría de la técnica y la técnica de la teoría en la Prevención, Rehabilitación, Tratamiento, e Inserción Profesional de usuarios de sustancias psicoactivas. Es aquí en donde nace el profundo proceso de introyección y reflexión en mi ser y mi hacer ya que como producto de esa inercia dedico siete años para estar en análisis en psicoterapia de corte psicoanalítico (diván). Soy parte de la primera generación de la Especialidad en Farmacodependencia y Situaciones Críticas Asociadas. Actualmente soy Formador de Formadores del Meta Modelo ECO2 (Epistemología de la Complejidad Ética y Comunitaria). Me integré en el año 2000 al Centro Nacional de Rehabilitación, hoy Instituto Nacional de Rehabilitación, como Psicólogo adscrito en la División de Rehabilitación Integral. Desde hace tres años me desempeño como docente del SUAyED en la FES Iztacala.

Se vale todo, siempre y cuando seas consciente de tus acciones y asumas las consecuencias; puedes tener los reconocimientos, medallas, distinciones, publicaciones, si no se aplican, no sirven; aprende a cuidar cuidándote; la cultura rehabilita; al infinito y más allá . . . de las fronteras de tu imaginación y expectativa; la contemplación como preludio de la espiritualidad; y por supuesto POR MI RAZA HABLARÁ EL ESPÍRITU.

al desempeño profesional:

De la elección

de una carrera

Marco Flores Mondragón

¿Qué quiero,

¿qué puedo

y qué sé?

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