Para las instituciones de educación superior pioneras en incorporarlo dentro de su oferta académica, probablemente su principal preocupación estuvo centrada en contar con las herramientas tecnológicas adecuadas que le permitieran la enseñanza, aunado a un plan de estudios y estrategias de enseñanza – aprendizaje – evaluación congruente con la modalidad. Visto de manera integral, se ha ido construyendo una nueva forma de educar.
De acuerdo con Jacques Delors (1996) la formación de los alumnos debe estar fundamentada en cuatro pilares o saberes: el saber teórico, el saber metodológico, el saber convivir y el saber ser, los cuales deben revisarse y renovarse constantemente de acuerdo a las necesidades sociales y el surgimiento de nuevos planteamientos teóricos. En el caso particular de la educación a distancia y sin restarle importancia al saber teórico y metodológico, actualmente el reto está en determinar e incorporar en el aprendizaje cotidiano de los alumnos el saber convivir y el saber ser. El saber convivir se entiende como la capacidad del alumno para interactuar cordialmente con los otros y resolver mediante el diálogo los conflictos derivados de esta convivencia. Y por otro lado, el saber ser se refiere a los valores y principios éticos que orientan el comportamiento como alumno y después como profesional en los distintos campos de conocimiento.
¿Cómo enseñar el saber convivir, en un modelo educativo donde la principal característica es el aprendizaje autónomo, a distancia e individualizado? ¿Qué principios y valores éticos son deseables fomentar en nuestros alumnos cuando socialmente atravesamos por una crisis de principios y valores morales?
c proceso de enseñanza – aprendizaje – evaluación, conformar grupos de trabajo para la construcción de códigos éticos que respondan a las circunstancias y características de la sociedad donde vivimos, entre otras acciones.
Si actualmente la educación a distancia cuenta con herramientas tecnológicas más estables y robustas para desempeñar sus actividades, ha identificado aquellas estrategias educativas que son más adecuadas para este sistema y sabe que es necesario actualizar periódicamente sus planes y programas de estudio, considero que tiene que poner un especial énfasis en la formación del saber convivir y del saber ser. Lo que podríamos definir como la formación humanística de la población estudiantil.
La formación de los alumnos, un reto para la educación a distancia
Emmanuel Arkad Pérez Guzmán
Consideraciones bioéticas en Psicología
La educación a distancia como proyecto académico se convirtió en una realidad cuando las tecnologías de la información y la comunicación alcanzaron un nivel de desarrollo propicio para ser la estructura central de este modelo educativo.
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