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En estos casos, Córdova, Cubillas y Román (2011) sugieren abordar el tema de depresión, estrategias de afrontamiento y no dejar de lado la comunicación y las relaciones interpersonales en la familia.
Así también, el trabajar con temas como habilidades sociales, autoestima, autoimagen, autoconfianza, autocontrol, estrategias de afrontamiento, prevención de consumo de sustancias adictivas, mantener buenas relaciones interpersonales, asertividad, identificación de emociones, y sobre todo saber expresar pensamientos, sentimientos y emociones, así como tener claridad sobre la persona más adecuada a quién le puedes confiar esos pensamientos, es de gran ayuda para prevenir conductas de riesgo (DIF, 2011).
El tema de suicidio ha sido muy estudiado, sin embargo aún no se pueden determinar cuál es o cuáles son las causas que precipitan esta conducta. Es por eso, que se puede hablar de factores de riesgo y factores de protección que ayudan a prevenir el intento de suicidio. Como psicólogos, el campo de acción es fortalecer los factores de protección para poder tener intervenciones con mayores probabilidades de éxito.
Bibliografía:
•Córdova, A., Cubillas, M., & Román, R. (Octubre de 2011). ¿Es posible prevenir le suicidio? Evaluación de un programa de prevención en estudiantes de bachillerato. Pensamiento Psicológico, 9(17), 21-32.
•Desarrollo Integral de la Familia (2011). Manual de prevención del suicidio en el municipio de Puebla, "De la mano con la vida". Puebla: Puebla Gobierno Municipal.
•Organización Mundial de la Salud (2014). Prevención del Suicidio. Un imperativo global. . Washington, DC.: Organización Mundial de la Salud.
Así mismo, se destacan algunos factores de protección en general que, de acuerdo con la OMS (2014), se dividen en tres grandes estrategias:
Universales: Diseñadas para toda la población, pueden incluir estrategias para incrementar el acceso a la salud, promoción de la salud mental, reducción de consumo de alcohol y otras drogas, limitar los medios utilizables para consumar el suicidio, promover el uso responsable de sustancias u objetos que puedan ser mortales.
Selectivas: Se dirigen a grupos vulnerables, como aquellos que han padecido violencia, que han vivido desastres o que han estado en zonas de guerra.
Indicadas: Estas son específicas para personas que se han detectado como vulnerables.
Como psicólogos, podemos trabajar en las tres estrategias antes mencionadas, sobre todo en la tercera que es cuando ya se ha ubicado a una persona en específico que puede cometer suicidio.