Boletín N°4 El Pensador 2 Boletín N° 4 El Pensador 2 | Page 11
El Pensador 2
Lunes 05 de agosto 2019
Opinión
Columna de opinión
La angustia es el precio
de ser uno mismo
So the choice I have made
May seem strange to you
But who asked you, anyway?
It’s my life to wreck
My own way. Morrisey
T
omás, ese taciturno y reflexivo protagonista
de “La insoportable levedad del Ser “ (Milan
Kundera) detestaba las jergas profesionales y
técnicas. Como no. Ese tufo insoportable, de egos
infructuosos y que decantan en maniqueísmos casi
dogmáticos, también provocan en mí, un hastío que
colinda con las ganas de moldearles el culo a patadas.
Tal vez por eso vuelvo a la novela de Milan: creo en
la necesidad de construir siempre una nueva mirada
y en la eterna búsqueda de lo inapropiado y falto de
aceptación.
Van Gogh vendió cero cuadros en su vida. AlanTuring
salvó a millones y tomo el camino del suicidio.
Cobain sucumbió al deleznable escrutinio público.
La urgencia del camino propio, a veces fragua planes
siniestros e inevitables. ¿Es insoportable la levedad
del ser?. Tal vez. ¿Vale el sacrificio de la sublimación
del ser?. Absolutamente. La voluntad de la decisión
es primordial. Finalmente, creo que no pertenecer
implica pertenecerse a uno mismo…y esa es la única e
imperecedera verdad, al menos para mí. Es muss sein.
¿Esta sociedad en el contexto de la modernidad líquida
tiene la capacidad de adoptar a los lobos esteparios del
siglo XXI?. La respuesta inmediata sería un rotundo si;
considerando que Bauman afirmó que el cambio es la
única constante y que las certezas se fueron al carajo.
Pero no. Pese a que la ambivalencia ideológica y moral
se han instaurado como panacea de vida en los últimos
30 años, asumo que todavía subyace en la psiquis social
cierto desdén hacia lo diferente.
Sin embargo, todo tiene un precio y no todo el
mundo está dispuesto a pagarlo. Falta de efectivo
emocional. Carencia de crédito de riesgo. La chequera
de voluntad no cuenta con fondos. Razones miles. El
deseo insondable de likes en redes sociales, evidencia
la supina necesidad de aceptación. La exposición
fraudulenta de vidas virtuales, propone una sostenida
verdad: quiero que me quieran. Vidas regulares y sin
defectos, acaso el paradigma insustancial del siglo XXI.
Triste. Fome. Básico.
Por Carlos Díaz
Hijo de Pampinos. Esposo de una Diosa. Padre de
un super héroe. Periodista de profesión. Profesor
de vocación. Músico de pacotilla.
11