La necesidad de contar con el ámbito “biblioteca” es evidente en todas las instituciones, tan es así que sólo cuatro de las 57 escuelas visitadas carecen completamente de ese espacio físico. De todas formas cabe aclarar que muchos de esos lugares son francamente inadecuados por su pequeñez y falta de comodidad. No son pocas las bibliotecas que funcionan en planta alta sin contar con un sistema que permita el acceso a los alumnos con discapacidad. La situación traba además la concurrencia a la biblioteca de todo el curso que incluye al alumno discapacitado. Pese a estas dificultades, todas las escuelas tratan de alguna manera de “armar” su biblioteca, sea compartiendo el lugar con el laboratorio de computación, ordenando libros en una sala SUM o acomodándolos en armarios y estanterías ubicados en pasillos, dirección o sala de maestros. Son varias las instituciones que cuentan con bibliotecas ambulantes, cajas u cajones con ruedas que visitan las salas o se utilizan en los recreos, supliendo en parte la falta de un lugar preciso para los libros.
Muchas veces sucede que la biblioteca ha tenido que ceder su espacio o parte de él para otros emprendimientos, laboratorio, computación o simplemente, un aula más. Sabemos, sin embargo, que el lugar físico de trabajo permite otro tipo de organización, orden y cuidado del material y la falta del mismo se hace sentir.
Más de la mitad de las escuelas no cuenta con el cargo de bibliotecario aún cuando la mayoría manifiesta tenerlo pedido hace tiempo. Encontramos por otro lado 9 escuelas verdaderamente privilegiadas, tienen dos cargos en su haber. Esto les permite tener su biblioteca abierta en forma permanente, atender la gestión del material y trabajar con los alumnos de manera más eficiente. El hecho de tener un solo cargo implica una atención alternada que, por lógica consecuencia, no es pareja para los dos turnos, necesariamente el bibliotecario concurre un turno tres días y al otro, sólo dos. Desde lo profesional, el turno alternado limita también la posibilidad del bibliotecario de poder reemplazar o acceder a otro cargo.
También resaltan los bibliotecarios el trabajo técnico específico que hace a la selección, organización, circulación y conservación del material.
Importa señalar la predisposición de los bibliotecarios y docentes a socializar sus experiencias, capacitarse y su interés en recibir información de todo tipo. Por otro lado, se percibe una necesidad por parte del bibliotecario, de ser reconocido y tenido en cuenta en lo que es su problemática específica.
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