Boletín de Negocios OCTUBRE 2009 | Page 22

DN El Contador Público entre la corrupción y la ética El Contador Público como cualquier otro ser humano esta expuesto a las tentaciones de la corrupción. La ola de casos de corrupción que hemos visto y escuchado a través de los medios comunicación, a nivel nacional e internacional, nos obliga necesariamente a tomar acciones que nos permitan reforzar nuestros valores como; la verdad, la honradez la discreción, la confidencialidad, la prudencia, la lealtad, la justicia, etc., los cuales tienen como su fuente principal de formación la familia, su desarrollo debe ser necesariamente en la convivencia diaria de la familia ya que difícilmente podrán ser desarrollados en otra estructura social, las escuelas son fuentes de información, y participan cada vez más en la formación de dichos valores pero no son su responsabilidad absoluta. Cuando el Contador Público actúa en forma independiente o cuando actúa como contador dependiente al servicio de entidades de la iniciativa privada o al servicio de los sectores gubernamental y financiero, o cuando transmite sus conocimientos en la docencia enfrenta constantemente, como cualquier ser humano, la posibilidad de equivocarse a pesar del cuidado que ponga en su trabajo y el de las personas bajo su supervisión, por lo que en estos tiempos de crisis social, económica y de valores debemos evitar a toda costa la perdida de nuestra condición de hombres de bien, conscientes de nuestras responsabilidades personales y profesionales. Sin embargo y muy a pesar de ello estamos expuestos a la posibilidad de equivocarnos y cometer en la práctica de la profesión faltas que se pueden clasificar como ignorancia, negligencia o dolo, pero en todos los casos encontramos en ellas alguna forma de corrupción, entendiendo el concepto de corrupción como el tipo de faltas que 21 puede cometer el Contador Público por decisión personal, por sucumbir a la presión de terceros o por indolencia, ya sea para obtener un beneficio directo o compartido, y en todos los casos por la pérdida u olvido intencionado de sus principios morales, claro está que a esto se le llama corrupción. Algunos ejemplos generales de esta forma de actuar pueden ser el no cumplir con las normas y principios de la profesión, aceptar trabajos para los cuales no se tiene la preparación y conocimientos adecuados, no estar actualizado profesionalmente, aprovecharse de la información privilegiada, hacer uso indebido de fondos recibidos, participar en casos de soborno o pagos ilegales, intervenir en casos de lavado de dinero, participar en la creación de empresas fraudulentas. Con la finalidad de evitar caer en las tentaciones de la corrupción el Contador Público esta obligado a cumplir con las disposiciones legales (fiscales principalmente) e institucionales (normas de información financiera, código de ética) tanto de los organismos nacionales, (Código de Ética Profesional del IMCP, México), como los internacionales (Código de Ética Profesional del IFAC, Internacional y AICPA, Estados Unidos), todos ellos formalmente creados para dar certidumbre a los diversos usuarios sobre la información financiera, Los contadores públicos desde el momento en que se titulan y juran seguir siendo hombres de bien deben actuar siempre de una manera profesional e intachable, aún en el caso de personas que no hacen algún juramento para ejercer su profesión o el hecho de no haberse titulado, se parte de la base de considerar que todos somos hombres y mujeres