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Un tercer elemento es garantizar que el presupuesto
ejercido realmente tenga resultados palpables en
la vida diaria de los mexicanos, por ejemplo: ¿de
qué sirve los recursos destinados a PEMEX si las
gasolinas siguen subiendo de precio por tener un
gobierno muy costoso?, algo similar ocurre en el
caso del dinero canalizado a la seguridad.
En una cuarta instancia es imprescindible que se
modifique la política monetaria: el Banco de México
debe impulsar el crecimiento económico además
de controlar la inflación. Lo anterior propiciaría no
únicamente un compromiso legalmente establecido
de la institución con el desarrollo del
país, además fomentaría la coordinación de la
política económica, algo que en varias ocasiones
no se ha dado, particularmente evidente en épocas
de crisis.
Fortalecer el crecimiento económico mediante el
mercado interno es el camino que han seguido los
países desarrollados y las economías emergentes
más exitosas, México no puede ser la excepción.
Dr. José Luis de la Cruz Gallegos
Director del Centro de Investigación de Economía y
Negocios
Profesor del Departamento de Economía y
Finanzas.
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