Boletin Marista Abril 2013 | Page 3

PEDAGOGÍA MARISTA
Pedagogía de la Creatividad y del Proyecto Hno. Maurice Bergeret( 1992)
En la escuela marista se tiene una especial inclinación a la pedagogía práctica, donde se establecen proyectos con una visión creativa, inscribiéndose así de lleno, en las actuales competencias para la vida, que no son sino la puesta en práctica de los contenidos educativos en situaciones reales. Los primeros maristas, desde Champagnat, tienen la experiencia de que la mejor forma de educar es llevar a los niños y jóvenes al conocimiento, a la experiencia de sus habilidades y a la valoración de actitudes positivas que se concretan en esos proyectos, desde la creatividad con que respondieron a las necesidades urgentes de su espacio y de su tiempo. Nosotros, los maristas del siglo XXI, debemos hacer un proceso parecido, veamos la propuesta educativa que propone el Hno. Maurice Bergeret.
… A partir de este momento los proyectos se sucederán a un ritmo vertiginoso a medida que las necesidades se manifiestan y su creatividad se irá desarrollando hasta el punto que ciertos cohermanos y amigos que no le pueden seguir, le tratarán de loco …
La construcción de Nuestra Señora del Hermitage es uno y el más significativo de todos ellos, en el sentido más real del término. Hay que ser hombre de fe profunda para concebir y emprender un tal proyecto... El proyecto así concebido y madurado, pone en funcionamiento su creatividad. Los Hermanos son organizados en equipos de constructores. Profesionales de la construcción ayudan al Padre Champagnat a hacer los planos y a dirigir los trabajos. Se alojan en las casas viejas ya mencionadas, se celebra la eucaristía en el bosque, la campana cuelga de la rama de un árbol. La falta de medios más elementales no impide al P. Champagnat y a sus jóvenes Hermanos el desarrollar su inventiva y creatividad … El Hermitage es fruto de la naturaleza esencialmente creativa de M. Champagnat, poderosamente fecundada por la gracia de Dios que obtiene por la intercesión de María, su Recurso Ordinario. Ni la roca, ni ningún otro obstáculo humano o material le hacen retroceder. El resto de su vida será una serie de proyectos que su creatividad
Marcelino Champagnat es esencialmente un hombre creativo y un hombre de proyecto. A lo largo de su vida, en él la creatividad engendra el proyecto y el proyecto desarrolla la creatividad, en una interacción positiva y dinamizante de su vida espiritual y su acción educativa.
A mi modo de ver, M. Champagnat es esencialmente un hombre creativo y un hombre de proyecto. A lo largo de su vida, en él la creatividad engendra el proyecto y el proyecto desarrolla la creatividad, en una interacción positiva y dinamizante de su vida espiritual y su acción educativa.
Es creativo desde su adolescencia en la que, antes de descubrir que Dios le llamaba al sacerdocio, prepara su futuro en este mundo. Su padre le da unos corderos y con ellos monta su pequeño negocio y se entrega a una incipiente actividad comercial. Es ya un proyecto puesto en práctica. Su capacidad de iniciativa, Dios le conduce a ejercitarle en el ministerio sacerdotal. En el Seminario Mayor, con un grupito de futuros sacerdotes como él, concibe el proyecto de la“ Sociedad de María” para la evangelización del campo. En este proyecto de conjunto él manifiesta su propia capacidad de iniciativa personal. Los jóvenes del campo, para poder descubrir“ el amor que dios les tiene” necesitan la instrucción, sobre todo saber leer y escribir. En la futura Sociedad de María hace falta, según él, una rama de Hermanos educadores al lado de las otras que la componen: Padres, Hermanas, laicos. Sus cohermanos le responden:“ Encárgate tú de los Hermanos”.
Acepta la realización del proyecto que se le confía, e inmediatamente, su creatividad se pone en marcha. Unos meses después del comienzo de su ministerio en La Valla, la miseria espiritual de un joven moribundo le revela la urgencia dramática de comenzar la fundación del Instituto de los hermanos educadores. El 2 de enero de 1817 reúne a sus dos primeros discípulos.