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se conectan con las que están surgiendo a
nivel global que confluyen en la creación
de nuevos repertorios pacifistas, no violentos y proactivos, orientados a la crítica del
modelo económico y a la generación de
propuestas alternativas, expresiones y acciones que ameritan ser estudiadas y reconocidas desde la investigación.
En quinto lugar se ubica la persistencia en
los motivos de lucha por parte de los actores
educativos en contraposición con la radicalización del gobierno de instalar e incrementar las políticas de racionalización del gasto
público. Políticas que han desmejorando las
condiciones establecidas y las conquistadas
por los educadores. Un ejemplo claro de estas
es la movilización por la construcción de un
estatuto docente único que lleva 10 años son
que se haya logrado solución alguna.
Un sexto aspecto es la ampliación de
prácticas y experiencias alternativas o de
resistencia pedagógica. Para el OACEP es
importante su reconocimiento porque estas
prácticas se convierten en germen de la
transformación pedagógica. A la vez que
están atravesadas por las tensiones internas de los grupos, colectivos o redes que las
producen, también se enfrentan a las presiones del poder hegemónico; esta tensión
permanente propicia en los sujetos autores
la capacidad reflexiva y propositiva desde la
cual emergen iniciativas que a partir de la
ruptura y la discontinuidad resultan opciones de transformación en tanto se interroga
el estado actual del sistema educativo y sus
prácticas convencionales.
movilizaciones
La tensión instituido-instituyente es constitutiva de las acciones colectivas y se convierte en condición de posibilidad para la
construcción de acciones emergentes. Esta
tensión es fundamental para pensar la política desde otros lugares. La mutabilidad de
la noción de política pensada como proyecto de autonomía, reivindica, como propone Castoriadis, su inagotable capacidad
de resistir, cuestionar y transformar el orden
social instituido. Es decir, La política está
siempre en medio de la tensión entre lo instituido y lo instituyente, y si su propósito
es crear proyectos alternativos se requiere
la participación de activa de los sujetos de
las políticas para que una vez construidas e
“interiorizadas por los individuos, faciliten
en lo más posible el acceso a su autonomía
individual y su posibilidad de participación
efectiva en todo poder explícito existente en
la sociedad” (Castoriadis, 1988: 21).
En medio de esta tensión, entre lo instituido-instituyente, las movilizaciones por
la educación se convierten en matrices y
escenarios de subjetivación política. En este
orden, y dado que la pregunta por la constitución de subjetividades políticas y por los
modos de subjetivación política es un asunto
de interés del Observatorio, siguiendo la
argumentación de Castoriadis, podemos
afirmar que la subjetividad política está inscrita en un campo de fuerzas que expresa la
permanente tensionalidad entre lo instituido
y lo instituyente. Aclarando, que lo instituyente puede ser pensado lejos ni por fuera de
lo instituido, es decir, lo instituyente es algo
Boletín del Observatorio de Acciones Colectivas por la Educación y la Pedagogía en Colombia - OACEP