Boletin #1, movilizaciones Oct. 2014 | Page 84

84 se conectan con las que están surgiendo a nivel global que confluyen en la creación de nuevos repertorios pacifistas, no violentos y proactivos, orientados a la crítica del modelo económico y a la generación de propuestas alternativas, expresiones y acciones que ameritan ser estudiadas y reconocidas desde la investigación. En quinto lugar se ubica la persistencia en los motivos de lucha por parte de los actores educativos en contraposición con la radicalización del gobierno de instalar e incrementar las políticas de racionalización del gasto público. Políticas que han desmejorando las condiciones establecidas y las conquistadas por los educadores. Un ejemplo claro de estas es la movilización por la construcción de un estatuto docente único que lleva 10 años son que se haya logrado solución alguna. Un sexto aspecto es la ampliación de prácticas y experiencias alternativas o de resistencia pedagógica. Para el OACEP es importante su reconocimiento porque estas prácticas se convierten en germen de la transformación pedagógica. A la vez que están atravesadas por las tensiones internas de los grupos, colectivos o redes que las producen, también se enfrentan a las presiones del poder hegemónico; esta tensión permanente propicia en los sujetos autores la capacidad reflexiva y propositiva desde la cual emergen iniciativas que a partir de la ruptura y la discontinuidad resultan opciones de transformación en tanto se interroga el estado actual del sistema educativo y sus prácticas convencionales. movilizaciones La tensión instituido-instituyente es constitutiva de las acciones colectivas y se convierte en condición de posibilidad para la construcción de acciones emergentes. Esta tensión es fundamental para pensar la política desde otros lugares. La mutabilidad de la noción de política pensada como proyecto de autonomía, reivindica, como propone Castoriadis, su inagotable capacidad de resistir, cuestionar y transformar el orden social instituido. Es decir, La política está siempre en medio de la tensión entre lo instituido y lo instituyente, y si su propósito es crear proyectos alternativos se requiere la participación de activa de los sujetos de las políticas para que una vez construidas e “interiorizadas por los individuos, faciliten en lo más posible el acceso a su autonomía individual y su posibilidad de participación efectiva en todo poder explícito existente en la sociedad” (Castoriadis, 1988: 21). En medio de esta tensión, entre lo instituido-instituyente, las movilizaciones por la educación se convierten en matrices y escenarios de subjetivación política. En este orden, y dado que la pregunta por la constitución de subjetividades políticas y por los modos de subjetivación política es un asunto de interés del Observatorio, siguiendo la argumentación de Castoriadis, podemos afirmar que la subjetividad política está inscrita en un campo de fuerzas que expresa la permanente tensionalidad entre lo instituido y lo instituyente. Aclarando, que lo instituyente puede ser pensado lejos ni por fuera de lo instituido, es decir, lo instituyente es algo Boletín del Observatorio de Acciones Colectivas por la Educación y la Pedagogía en Colombia - OACEP