El tiempo pasa y un príncipe que viaja a través de la tierra ve a
Blancanieves en el ataúd. El príncipe está encantado por su belleza y
de inmediato se enamora de ella. Este le ruega a los enanos que le
den el cuerpo de Blancanieves y pide a sus sirvientes que trasladen el
ataúd a su castillo.
Al hacerlo se tropiezan en algunos arbustos y el movimiento hace que
el trozo de manzana envenenada atorada en la garganta de
Blancanieves se caiga haciéndola despertar.