Blancanieves se resiste a que la mujer le ponga el peine, ésta logra
ponérselo a la fuerza y Blancanieves cae desmayada
Cuando llegan los enanos de las montañas le quitan el peine y se dan
cuenta de que no alcanzó a clavárselo en la cabeza sino que solo la
rasguñó.
Por último, la reina prepara una manzana envenenada, se disfraza
como la esposa de un granjero y le ofrece la manzana a Blancanieves.
Cuando ella se resiste a aceptar, la reina corta la manzana por la
mitad, y se come la parte blanca y le da la parte roja y envenenada a
Blancanieves. Ella come la manzana con entusiasmo e inmediatamente
cae en un profundo sopor.
Cuando los enanos la encuentran, no la pueden revivir. Aun
manteniendo su belleza los enanos fabrican un ataúd de cristal para
poder verla todo el tiempo.