Los cognitivistas dan a la mente y a los procesos mentales la importancia que el conductismo
no le dio; creían que la mente debía ser estudiada para llegar a entender cómo aprendemos.
Para ellos, el aprendiz es un procesador de información, como un ordenador. Esta perspectiva
sustituyó al conductismo como paradigma principal en la década de 1960.
Desde la perspectiva cognitiva, los procesos mentales como los pensamientos, la memoria y
la resolución de problemas deben ser estudiados. El conocimiento puede ser visto como un
esquema o como construcciones mentales simbólicas. El aprendizaje, de este modo, se define
como un cambio en los esquemas del aprendiz.
Esta visión del aprendizaje surgió como una respuesta al conductismo: los seres humanos no
somos “animales programados” que simplemente responden a los estímulos ambientales. Por
el contrario, somos seres racionales que requieren participación activa para aprender y cuyas
acciones son una consecuencia del pensamiento.
Se pueden observar cambios en la conducta, pero sólo como un indicador de lo que sucede
en la cabeza de la persona. El cognitivismo utiliza la metáfora de la mente como un ordenador:
la información entra, se procesa y lleva a ciertos resultados en la conducta.
Esta teoría del procesamiento de información, cuyo fundador fue el psicólogo americano
George A. Miller, fue muy influyente en la elaboración de teorías posteriores. Discute cómo
ocurre el aprendizaje, incluyendo conceptos como la atención y la memoria y comparando la
mente con el funcionamiento de un ordenador.
Esta teoría se ha ampliado y desarrollado con los años. Por ejemplo, Craik y Lockhart
enfatizaron que la información se procesa de varias formas (a través de la percepción, la
atención, el etiquetado de conceptos y la formación de significados), que afectan a la habilidad
para acceder a la información posteriormente.
Otra de las teorías relativas al aprendizaje dentro de la perspectiva cognitivista es la teoría
cognitiva del aprendizaje multimedia de Mayer. Esta teoría afirma que las personas aprenden
de forma más profunda y significativa a partir de palabras combinadas con imágenes que a
partir de palabras únicamente. Propone tres asunciones principales respecto al aprendizaje
multimedia:
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