BITACORA REVISTA | Page 17

tanto querer leer todo aviso, valla, revista, comunicado y demás que tenía al frente, pronto a través de la practica le cumplí mi promesa y era leerle a los demás los cuentos e historias, me convertí en la asistente de la profe, fue una experiencia que recuerdo con mucho amor y conservo en mi corazón, hoy en día en mi labor como docente considero que los niños no olvidamos la pr ofe que nos enseñó con ternura, que nos guio por caminos de dificultad, que fue luz en medio de la oscuridad, esas profes se guardan con celo y cariño, porque también existe el lado opuesto, por ello siempre quiero ser esa profe para mis niños y esa mamá para mi hija, una persona que se recuerda con alegría y felicidad. En la actualidad gracias a todo lo que trae la vida, he vuelto a mi pueblo, en las calles saludo a mi profe “Beatriz”, quien me enseñó a leer y escribir, además hace poco mi hija inicio su etapa escolar y con alegría hoy escribo que ella también estudia es ese mágico lugar, donde me forme y pase los mejores años de mi vida y se repite la historia, la recibe la señora “Gilma”, la misma secretaria que año atrás año realizo mi matricula oficial hasta verme convertida en una docente. Me despido son antes contarte que al escribir esta carta unas cuantas lagrimas se escaparon de mis ojos al recordar que los años pasan y que lo único que nos quedan son los recuerdos que guardamos en el corazón. Con cariño. Laura Tatiana Toro Flórez.