BIG LIFE Magazine BIG LIFE Magazine Edition N°6 - June | Page 41
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race
LAS AGUAS MÁS DIFÍCILES, LOS MEJORES NAVEGANTES DEPORTIVOS, UNA CARRERA
ALREDEDOR DEL MUNDO EN EL SENTIDO CONTRARIO A LAS AGUJAS DEL RELOJ, LA CONQUISTA DEL
EVEREST DE LA NAVEGACIÓN. DIFÍCIL DESCRIBIRLA Y MÁS AUN PONERSE EN LA PIEL DE LOS MILES
DE OSADOS PARTICIPANTES, PARA ELLOS, LA VOLVO OCEAN RACE ES SIMPLEMENTE UNA OBSESIÓN.
Un ruido ensordecedor, en el agua, soportando el embate de
las olas, sin equipo, luchando por mantenerse a flote. La vida
al límite. Apenas se puede ver, ni respirar. Uno de los nave-
gantes se rinde y estira el brazo para alcanzar la escalera. Dos
minutos más tarde el instructor detiene el ejercicio para salvar
al resto. Estamos en una alberca que simula condiciones de
un duro clima, generando olas, viento, lluvia, luces y ruido.
Han pasado apenas siete minutos. Son los mejores regatistas
oceánicos del planeta, pero incluso ellos, que acumulan miles
de millas náuticas y experiencias de todo tipo, están obligados
a acudir a los cursos de supervivencia antes de iniciar la vuelta
al mundo. Razones le sobran a la Volvo Ocean Race, para ser
considerada la regata más dura que existe y, junto con la Copa
América de Vela y las Olimpiadas, uno de los tres eventos más
prestigiosos de vela en el mundo. No es tarea fácil: 70,000 kms
con frío, calor, mucho sueño y un desgaste físico y emocional
enorme, en medio del mar. Vulnerables. Desde hace 45 años,
la Volvo Ocean Race es la mayor obsesión para los mejores re-
thousands of nautical miles and experiences,
before starting the race around the globe. There
are plenty of reasons to consider the Volvo Ocean
Race the toughest regatta there is and one of the
most prestigious sailing events, along with the
America´s Cup and the Olympic Games. Sailing
gatistas del mundo, dedicando algunos de ellos toda su carrera
para intentar ganarla. La prueba definitiva para un equipo en
el deporte profesional. Desde el pasado mes de octubre, los
siete barcos que componen la flota de esta edición 2017/2018
surcan los mares. Desde Alicante (España) deteniéndose en 12
ciudades en cinco continentes antes de cruzar la línea de llega-
da en La Haya, en la costa oeste de los Países Bajos, en junio.
Hablamos de embarcaciones tecnificadas al máximo, donde
todo está estudiado al milímetro para rendir al 110%, pero bar-
cos vacíos por dentro en los que el concepto de comodidad no
existe. 12,500 kilos de carbono, la mayoría de los cuales están
en la quilla y el bulbo, elementos que evitan el vuelco. Todo lo
que exceda está calculado, desde el peso de los tripulantes, la
comida, el equipaje. Todo, cada gramo cuenta. La rutina dia-
ria está bien establecida. Es preciso un orden absoluto. Cada
tripulante tiene una misión asignada, quién, qué y cuándo. 4
horas de trabajo activo de navegación y 4 supuestas horas de
descanso en una pequeña litera, complicado conciliar el sueño
70,000 kms in the cold, hot, with little rest and
under tremendous physical and emotional du-
ress is no easy task. For 45 years, the Volvo Ocean
Race has been the ultimate test for professional
sailors, many of which have dedicated their entire
careers to try to win it. The seven ships that make
up the fleet of this 2017/2018 edition, sailed to
the seas from Alicante (Spain) in October with 12
scheduled stops in cities on five continents be-
fore crossing the finish line at The Hague, on the
western coast of the Netherlands, in June. These
are high tech ships, where everything is calculat-
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