18 | berberana | octubre de 2018 PERTSONALA
De Lanciego a Suiza pasando por Irlanda
Kontxi Martínez de San Vicente trabaja de
investigadora en la Universidad de Zurich
Juantxu Martínez
El proceso de esta entrevista nació
hace un par de años cuando charlaba
con un vecino de Lanciego, Jose
Mari Martínez de San Vicente, y observé
que llevaba una sudadera de la
selección irlandesa de fútbol gaélico,
el mismo tipo de sudadera que yo le
había traido a mi hijo de un viaje a
tierras irlandesas. Me explicó que
era un regalo de su hija Kontxi que
jugaba a ese curioso deporte allí, en
Irlanda, donde estaba estudiando. Me
interesé por entrevistar a esta joven
bubilla en su experiencia deportiva,
al final al encontrarnos en Radio
Rioja Alavesa el deporte se quedó en
segundo plano, aunque nos comentó
que además de jugar a fútbol gaélico
había jugado también a rugby.
En la actualidad tiene un contrato
de investigación en la Universidad de
Zurich, “trabajo en el desarrollo de las
levaduras que tenemos en la boca o
en la piel, y que tienen un comportamiento
controlado mientras estamos
en buen estado de salud, pero que a
personas con baja inmunodeficiencia
crean problemas”. Pero vayamos al
principio, “yo siempre había pensado
en estudiar veterianaria, pero en una
clase de biología en la ikastola me fui
interesando por la microbiología y la
génetica”. Fue a estudiar estos temas
a Barcelona y allí un día al salir del
metro tuvo un encuentro que terminaría
por darle un vuelco en la vida,
“yo creía que sabía inglés, pero una
chica me pregunto por una dirección
y me di cuenta que no supe explicárselo
correctamante”. Volvió a casa
y comenzó a busca cursos de inglés
para el verano, “me resultaban muy
caros, pero conseguí una beca y viaje
a Cambrigde”.
En ese curso de verano se encontró
con varias personas que de
diferentes lugares estudiaban cuestiones
similares a lo suyo, “comencé
a darle vueltas al siguiente paso
y me encontré con la posibilidad de
un doctorado en Irlanda en materia
bio-médica”. Vuelta al papeleo para
conseguir una beca que la llevará
hasta Dublín para ese doctorado, la
consiguió y estuvo allí hasta el pasado
año. La experiencia en Irlanda fue
muy completa, puesto que en la beca
del doctorado implicaba dar algunas
clases, “al principio me resultaba extraño
dar clases a personas a las que
apenas les llevaba dos años”. Cuando
el doctorado llegaba a su fin fue
la propia directora de ese trabajo la
que le indicó el asunto de Zurich, “y
de momento allí estoy”, nos decía en
antena.
Le preguntamos por los idiomas,
“hago un esfuerzo especial por mantener
el euskera. Al llegar a Lanciego
los amigos lo saben y así práctico.
Ahora estoy entrando en el alemán,
no se me debe dar mal porque apenas
en ocho meses empiezo a defenderme”.
No se plantea su próxima
estación, “mi ama quiere que venga
cerca, pero quién sabe”. Aprovechó
al máximo su estancia en las fiestas
de Lanciego, nos confesó algo que
echaba en falta, era bailar las danzas.
“Trabajo en el
desarrollo de las
levaduras que
tenemos en la
boca o en la piel,
y que tienen un
comportamiento
controlado
mientras estamos
en buen estado de
salud, pero que a
personas con baja
inmunodeficiencia
crean problemas”.
Pudimos apreciar su emoción al ver a
su hermana interpretar el aurresku a
las autoridades el día de la patrona.
Con el traje de las danzas de Lanciego
apareció en la portada de Berberana
de junio de 2008, diez años más tarde
vuelve con la indumentaria del grupo
a estas páginas.