La obesidad,
un problema que va en Aumento.
La gran pandemia metabólica que se ha apoderado de prácticamente todo el mundo representa un verdadero reto para el profesional de la salud que se enfrenta a ella.
No solo por lo complejo de su etiología en donde convergen situaciones que caracterizan la multifactoraliedad8u de la enfermedad, situaciones que para el clínico queda fuera de control, además del intrincado panorama fisiopatológico que conlleva el proceso de “obesificarse” que determina el comportamiento clínico del obeso metabólicamente sano o con alteraciones metabólicas que convergen en el síndrome Cardiometabólico.
El hecho de que el tejido adiposo se halla recontextualizado como órgano de secreción interna; que el adipocito sea un órgano con múltiples secreciones endocrinas, paracrinas y autocrinas; las evidencias de la intervención de estas adipocinas entre las que destacan hormonas como la leptina y su real influencia en el control del apetito, la Lipasa de Lipoproteína, la apoLipoproteina E y su acción definitoria en el metabolismo de los lípidos, la secreción de moléculas con acción angiogenica y protrombotica como angiotensinogeno y PAI-1; así como, citocinas inflamatorias como TNF-a e IL6 que intervienen directamente en la instalación de la resistencia a la insulina perpetuada por la Resistina: obligan al tratante a replantear las estrategias de estudio y de control que hasta ahora habíamos protocolizado.
Aunado a esto nos enfrentamos al grave problema de nuestra América en donde la situación socioeconómica nos plantea un devenir de la enfermedad diferente, esto es: la obesidad en la pobreza.
El comportamiento del obeso sin recursos es diferente al del obeso con alto poder adquisitivo, el modo de vida, la nutrición y el estilo de vida nos plantea situaciones altamente difíciles para el correcto manejo del enfermo.
El reto del profesional de la salud del siglo XXI es enfrentar a este nuevo depredador con un paradigma diferente ubicando al paciente en su contexto real, enfrentándolo con programas integrales pare integradores y desde luego desarrollando experiencias de manejo terapéuticas regionales que nos permitan ofrecer un control a largo plazo racional y efectivo. Se debe priorizar el cambio del estilo de vida en un marco de realidad, se deberán implementar tratamientos médicos y medicamentosos que estén al alcance de todos y desde luego debemos crear un cambio de actitud ante la enfermedad que comienza por el mismo profesional. ¡Este es el reto!
-Prof. Dr. Manlio F. Blanco Cantero.
Director del Instituto de Enseñanza en Salud de México. IESMex.
Artículo publicado en:
Revista ATEROMA. Edición compendio "10 años de ATEROMA".
Publicación aniversario de la SOLAT y de la SILAT bajo la responsabilidad de la asociación boliviana de aterosclerosis. Edición diseñada, diagramada e impresa por gentileza de TECNOFARMA BOLIVIA.