¡BASTA YA! COLOMBIA: MEMORIAS DE GUERRA Y DIGNIDAD | Page 175

INFORME GENERAL Centro Nacional de Memoria Histórica
había que impedir el desarrollo de las negociaciones con esta guerrilla, sino también no retroceder en los avances que habían logrado en la región nororiental del país, pero especialmente en el Magdalena medio:“ no permitiremos otra república independiente en el norte del país. Ese eventual despeje nos obliga a enfrentar decididamente con mayores medios y hombres, la guerra planteada contra la sociedad por la guerrilla. Por lo anterior, decidimos aumentar el control del área” 173. En efecto, las auc seguían desarrollando su objetivo de cercar al máximo al eln en la serranía de San Lucas, hasta lograr llegar, en noviembre de 1999, a importantes poblaciones ubicadas en sus estribaciones. 174
Por esto, Castaño había insistido explícitamente, desde 1998, en que su estrategia era llevar al eln derrotado militarmente a la negociación política. Ante esa ofensiva, el eln intentó nuevamente, en el 2000, presionar, por medio de acciones de fuerza, el inicio formal de los diálogos y la preparación de la convención nacional. La ofensiva desatada por el Frente Carlos Alirio Buitrago contra las torres de energía, el sistema eléctrico y la vía Bogotá-Medellín, fue una expresión clara de esta táctica. Se buscaba con ello posicionar el oriente antioqueño como una alternativa al despeje de los municipios del sur de Bolívar, pero también reclamar al Gobierno nacional por su trato diferencial con las farc.
Ante la insistencia del eln de exigir una zona de despeje, se gestó en enero del año 2000 el movimiento por el“ No al despeje” entre los pobladores del sur de Bolívar. El 6 de enero se realizaron las primeras manifestaciones y acciones colectivas en el municipio de Santa Rosa del Sur. En contraste, se produjo la movilización de más de 500 campesinos de Morales para apoyar el proceso de paz con el eln, la zona de despeje en el sur de Bolívar y la realización de la convención nacional. Esta marcha no tardó en ser hostigada y amenazada por los grupos paramilitares. Las movilizaciones a favor y en contra de la zona del despeje reafirmaron la lógica asimétrica entre una zona rural controlada por las guerrillas y los cascos urbanos controlados por los paramilitares. Fue así como la movilización de campesinos a favor de la zona del despeje desde la zona rural de Morales hacia el casco urbano tuvo como respuesta la movilización por parte de los habitantes del casco urbano de este municipio, con el fin de rechazar“ la presencia de guerrilleros que piden el despeje para el eln” 175.
En esa misma dirección, la presión de los paramilitares y la movilización de los habitantes de los cascos urbanos del municipio de Simití contra la posible zona de despeje para el eln se hizo cada vez más grande. La marcha era presentada por parte de sus organizadores como“ una movilización que tiene como objetivo rechazar el despeje, no queremos más la guerrilla en nuestras tierras ya que las soportamos por espacio de 15 años” 176. La dilación del eln y el Gobierno para acordar una zona de despeje y comenzar los preparativos de la convención nacional abrió una oportunidad política para la acción colectiva de las auc y de sus simpatizantes de la población civil en contra del despeje, tutelada por ellos con el objetivo de apuntalar más su posicionamiento como un tercer actor armado en discordia.
2.3.7. Las expansiones diferenciadas y los reacomodos territoriales de la guerra
Los obstáculos que bloqueaban los acercamientos entre el eln y el Gobierno de Pastrana evidenciaban el enorme crecimiento de los grupos paramilitares en efectivos y recursos en el norte del país, que se consolidaron aún más en las sabanas del Caribe y el sur de Bolívar y les permitieron incursionar en zonas que eran consideradas bastiones tradicionales de la guerrilla, como la ciudad de Barrancabermeja, el sur de Bolívar y las zonas de colonización del sur del país. Además, el crecimiento de la opinión pública favorable a los grupos paramilitares reflejaba el cansancio social con la insurgencia y la polarización a la que estaba llegando la sociedad colombiana.
173. El Colombiano( 2 de febrero de 1999), 6B. 174. Cambio 337( 29 de noviembre a 6 de diciembre de 1999).
175. El Colombiano( 1 de febrero de 2000), 5A. 176. El Espectador( 1 de febrero de 2000), 7A.
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