¡BASTA YA! COLOMBIA: MEMORIAS DE GUERRA Y DIGNIDAD | Page 161

INFORME GENERAL Centro Nacional de Memoria Histórica
En 1995 se fundaron las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá – ACCU –, y en 1997 se dieron cita en un lugar de la región los jefes de nueve organizaciones paramilitares de distintos puntos de la geografía nacional para conformar las Autodefensas Unidas de Colombia – auc,“ provistas de una dirección única y un estado mayor conjunto”, definidas como“ un Movimiento Político-Militar de carácter antisubversivo en ejercicio del derecho a la legítima defensa” 137. En esta reconfiguración fue fundamental la estrategia mediática desplegada por Carlos Castaño, que posicionó el discurso contrainsurgente en amplios sectores de la opinión pública hastiados de las guerrillas.
Empezó, entonces, la más grande y audaz expansión paramilitar hacia todos los puntos cardinales de la nación. A zonas de Meta y Guaviare llegaron en aviones contingentes que los habitantes de allí empezaron a nombrar como los Urabeños; 138 en camiones llegaron al sur de Bolívar, al Magdalena medio y al Catatumbo. 139 La movilización de las fuerzas de Salvatore Mancuso hacia el norte de Córdoba y la de los grupos de Rodrigo Tovar Pupo hacia el occidente y el norte del Cesar y Magdalena le permitió a los paramilitares establecer una tenaza sobre los siete departamentos de la costa atlántica.
Los paramilitares se lanzaron a cooptar la representación política local y regional. Buscaban en realidad intervenir el Estado central para asumir las riendas del poder nacional, o como lo consignaron en el Pacto de Ralito con congresistas y funcionarios públicos:“ Refundar la patria”. El Pacto de Ralito— entregado por Salvatore Mancuso en su primera
137.“ Paramilitares se habrían unido”, El Tiempo( 20 de abril de 1997), consultado el 23 de junio del 2013, http:// www. eltiempo. com / archivo / documento / MAM-513963 138. Este es el caso de las masacres ocurridas en el municipio de Mapiripán, Meta, así como en el corregimiento de Caño Jabón, en donde hombres fuertemente armados que venían de la región antioqueña asesinaron y masacraron a varias personas, con el apoyo de algunos integrantes de la Fuerza Pública. 139. Álvaro Villarraga Sarmiento,“ El paramilitarismo en Norte de Santander, incursión de las accu, emergencia al poder y desmovilización del Bloque Catatumbo”, en Mauricio Romero, ed., Parapolítica. La ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos políticos( Bogotá: Corporación Nuevo Arco Iris / Intermedio Editores, 2007), 391. versión ante los fiscales de Justicia y Paz— 140 demostró la alianza entre las estructuras paramilitares con amplios sectores militares, económicos, políticos y sociales de todo el país. Su objetivo era la formulación de un nuevo contrato social basado en la defensa de la propiedad privada y la preservación del control territorial, así como la estrategia para posicionarse como el tercer actor de la guerra y forzar una“ negociación política con el Gobierno”. 141
El resultado político de esta expansión se vio más adelante, en las elecciones del 2002, cuando sus fichas coparon una tercera parte del Congreso y pudieron influir decididamente en la campaña presidencial; también ejercieron control sobre 250 alcaldías y nueve gobernaciones, en las elecciones del 2003. En total, en diversas elecciones, según lo ha determinado la justicia, las auc consiguieron la elección de 26 senadores en sus zonas de influencia, que representaron 1.741.947 votos, e infiltraron e influyeron en organismos del Gobierno nacional. 142
Para 1999 esas fuerzas eran un verdadero ejército irregular, con un carácter particularmente ofensivo; controlaban territorios nuevos o afianzaban su dominio en los lugares en donde ya se encontraban. La guerra adquirió un nuevo rostro: la ocupación del territorio a sangre y fuego, la vinculación masiva de los narcotraficantes en la empresa paramilitar y una estrategia de captura del poder local e influencia en el poder nacional. 143 De forma que los años ochenta fueron la década de las guerrillas, mientras que el final de los noventa y el comienzo del siglo xxi fueron los años de los paramilitares.
El paramilitarismo fue un fenómeno de carácter reactivo, preventivo y oportunista. Reactivo, porque el asedio y la presión de las farc sobre las élites regionales dentro de su proyección militar y su expansión territorial llevaron a esas élites a apoyar a los grupos paramilitares para
140. Salvatore Mancuso, versión del 15 de enero del 2007. 141. Salvatore Mancuso, versión libre, audiencia del 19 de diciembre del 2006. 142. Romero, Parapolítica, 30. 143. Romero, Parapolítica, 14-15.
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