¡BASTA YA! COLOMBIA: MEMORIAS DE GUERRA Y DIGNIDAD | Page 144

Los orígenes, las dinámicas y el crecimiento del conflicto armado dalena medio, el 18 de enero de 1989. 94 Ante esta masacre, el Gobierno impartió una orden al das para que investigara la estructura criminal de los grupos paramilitares en esa región. Igualmente, derogó la Ley 48 de 1968, a través de los decretos 813 y 814 de 1989, que penalizaban la promoción, financiación, apoyo y conformación de grupos paramilitares. 95
La explosión del fenómeno paramilitar puso en escena el entrecruzamiento del narcotráfico con el conflicto armado. Esta nueva intervención del financiamiento del narcotráfico se produjo por la confluencia de los intereses de tres sectores: los de las élites económicas, que buscaban defender su patrimonio, como sucedió con la organización que les sirvió de fachada en Puerto Boyacá, la Asociación de Campesinos y Ganaderos del Magdalena medio − acdegam; los de los propios narcotraficantes, que buscaban expandir sus negocios ilegales y querían protegerse de las presiones extorsivas de la guerrilla a los laboratorios y a la compra de hoja de coca; y los de los militares, que tenían como propósito atacar a la guerrilla y al enemigo civil interno. Esto último puede concluirse a partir del informe de la Procuraduría General de la Nación, acerca del mas, del 20 de febrero de 1983. 96 El ente de control documentó que en realidad no existía un solo grupo llamado mas, sino que era un nombre genérico bajo el cual actuaba el paramilitarismo del Magdalena medio, y en el que estaban involucradas 163 personas, de la cuales 59 estaban en servicio activo de las Fuerzas Armadas. 97
94. Véase: cnrr-gmh, La Rochela. 95. Véase: Gonzalo Sánchez, Comisión de estudios sobre la violencia. Colombia: violencia y democracia( Bogotá: La Carreta, 2009). 96. Procuraduría General de la Nación, Informe de la Procuraduría General de la Nación sobre el mas: Lista de integrantes y la conexión de mas- Militares( Bogotá: Procuraduría General de la Nación, 1983), consultado el 23 de junio del 2013, http:// www. verdadabierta. com / archivos-para-descargar / category / 38-historia-1? download = 5 % 3Ainformede-la-procuradura-general-sobre-el-mas-1983 97. Véase: Francisco Gutiérrez y Mauricio Barón,“ Estado, control territorial y orden político en Colombia: Notas para una economía política del paramilitarismo, 1978- 2004”, en Nuestra guerra sin nombre, 267-313.
El narcoparamilitarismo es, en consecuencia, una de las primeras expresiones de la vinculación activa de los narcotraficantes al conflicto armado, ya fuese en su rol de financiadores o en el de artífices de organizaciones armadas. Esta situación también evidenció una reconfiguración del problema agrario: el investigador Alejandro Reyes calculó que la compra masiva de tierras por parte de los narcotraficantes se había extendido a 409 municipios( cerca de la mitad del territorio nacional), entre los años ochenta y la primera mitad de los noventa. 98 Esto significó, de facto, un nuevo proceso de concentración de la tierra que operó como una contrarreforma agraria con capacidad de limitar aún más los resultados de la reforma agraria impulsada por el Gobierno de Virgilio Barco.
Es preciso destacar que, si bien esta alianza fue marcadamente contrainsurgente, hacia mediados de los años ochenta, en su doble papel de élites emergentes y empresarios ilegales, 99 los narcotraficantes irrigaron recursos económicos a todos los actores del conflicto armado. Las organizaciones del narcotráfico instrumentalizaron a los actores armados y sus disputas en función de la actividad ilícita, pero también entraron en confrontaciones con estos por el dominio de los recursos y los territorios.
Ahora bien, el impacto del narcotráfico no se limitó a la provisión de recursos o actores para el conflicto armado, sus efectos sociales y culturales cambiaron profundamente el contexto en el cual este discurre. El poder corruptor del narcotráfico permeó a la clase política y a distintas instituciones del Estado, configurando un antecedente de cooptación del Estado que allanó el camino para los actores armados, porque antes de la parapolítica fue la narcopolítica y en muchos sentidos la primera es la prolongación histórica de la segunda. Esta cooptación mafiosa del Estado y la política deterioró los referentes éticos de la acción política
98. Véase: Alejandro Reyes,“ La compra de tierras por narcotraficantes”, en Drogas ilícitas en Colombia, ed. Ministerio de Justicia, pnud( Bogotá: Planeta, 1997). 99. Álvaro Camacho Guizado,“ Empresarios ilegales y región: la gestación de élites locales”, en Renán Silva( ed.), Territorios, regiones, sociedades( Cali: Universidad del Valle / cerec, 1994).
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