INFORME GENERAL Centro Nacional de Memoria Histórica
2.1. La violencia bipartidista se transforma en violencia subversiva( 1958-1982)
Aunque en su origen el conflicto armado contemporáneo en Colombia está imbricado con la llamada violencia bipartidista y el Frente Nacional, también está relacionado con las inequidades que se derivaron de este último. Los intentos fallidos de reforma a la estructura de la tenencia de la tierra, de una parte, y la limitada capacidad de incidencia de los actores disidentes que cuestionaban el acuerdo bipartidista, son, tal vez, los fenómenos políticos más notables asociados a esta época.
2.1.1. Las herencias de la vieja violencia: barbarie, exclusión y enemigos internos
Durante el siglo xix y buena parte del siglo xx, los partidos políticos tradicionales recurrieron a la violencia para dirimir las disputas por el poder y, en particular, para lograr el dominio del aparato estatal, a tal punto que este accionar puede considerarse como una constante histórica de varias décadas. En efecto, la pugnacidad política y las acciones violentas entre los partidos tradicionales, Liberal y Conservador, alcanzaron su nivel más crítico en el periodo conocido como La Violencia, que comprende desde 1946 hasta 1958. Aunque la violencia liberalconservadora fue promovida por la dirigencia de ambos partidos, el enfrentamiento político se vio especialmente atizado por el sectarismo manifiesto del dirigente conservador Laureano Gómez, presidente de la República entre 1950 y 1953. A partir de entonces, el conflicto político se tradujo en una abierta confrontación armada.
El hecho de que los miembros del aparato burocrático estatal, del sistema de justicia y de las Fuerzas Armadas estuvieran afiliados a uno de los dos partidos tradicionales— aunque la Constitución ordenaba que los uniformados debían ser apolíticos— fue uno de los generadores de altos niveles de violencia. A ello se sumó la intervención de la Iglesia católica a favor del partido Conservador, hecho que le dio una justificación moral y religiosa al discurso antiliberal y anticomunista. 2
La Violencia se expresó, entre otras formas, en la ola represiva contra los movimientos agrarios, obreros y populares urbanos aglutinados en torno a los ideales del gaitanismo, y alcanzó su máximo nivel de radicalización política tras el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, suceso que desató protestas populares y fue conocido como El Bogotazo. Como sello distintivo de la década de 1950, la violencia se libró entre los ciudadanos adscritos a ambas colectividades políticas mediante el ataque a los militantes del partido contrario o a sus territorios de influencia. Dentro de los partidos políticos se constituyeron agrupaciones armadas con diferentes niveles de organización: de un lado, la policía chulavita y Los pájaros( asesinos a sueldo), al servicio del Gobierno Conservador; del otro, las guerrillas liberales y las autodefensas comunistas.
La confrontación política bipartidista se radicalizó y se degradó a tal punto que las agrupaciones armadas cometieron masacres, actos violentos con sevicia, crímenes sexuales, despojo de bienes y otros hechos violentos con los cuales“ castigaban” al adversario. Rituales macabros, 3 como el descuartizamiento de hombres vivos, las exhibiciones de cabezas cortadas y la dispersión de partes de cuerpos por los caminos rurales, que aún perviven en la memoria de la población colombiana, le imprimieron su sello distintivo a ese periodo al que, como ya se mencionó, se suele llamar con la expresión genérica“ La Violencia”, lo que pareciera expresar la naturalización de este tipo de fenómenos en la historia política nacional. 4
2. Véanse: Daniel Pécaut, Violencia y política en Colombia. Elementos de reflexión( Medellín: Hombre Nuevo / Universidad del Valle, 2003); y Chistopher Abel, Política, iglesia y partidos en Colombia( Bogotá: faes / Universidad Nacional de Colombia, 1987). 3. Véase: María Victoria Uribe, Antropología de la inhumanidad: un ensayo interpretativo sobre el terror en Colombia( Bogotá: Norma, 2004). 4. Véase: Paul Oquist, Violencia, conflicto y política en Colombia( Bogotá: Instituto de Estudios Colombianos, 1978); y Fernando Gaitán,“ Una indagación sobre las causas de la violencia en Colombia”, en Dos ensayos especulativos sobre la violencia en Colombia, Malcolm Deas y Fernando Gaitán, 89-415( Bogotá: fonade, Departamento Nacional de Planeación, 1995).
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