Competir para no ganar
El Gran Canaria nunca desapareció. No lo hizo
porque aguantó la rebeldía de Levi Rost (14 puntos,
7 rebotes y 2 asistencias) y porque el Canarias no lo
quiso hacer desaparecer.
Los amarillos dominaron el rebote y marcaron el
compás de su defensa, pero eso no le aseguraba la
victoria. No lo hacía porque los locales no se
despegaban en el marcador (59-61).
Y entonces volvió Lampropoulos. Sí, aquel griego
que un tiempo fue grancanario y que otras veces es
el mejor jugador aurinegro que menos minutos en
pista dispone. Fotis robó el balón cual Jordan a
Malone, hizo campo a través para volar sobre la
pista cual Usain Bolt y falló la bandeja cual niño de
alguna edad que nunca acierta con las canastas
fáciles. Quizás erró por la humedad o quizás erró
por ser más Bolt que Jordan. Lo cierto es que el
heleno tuvo el empate que nunca fue.
Allí fue cuando el Canarias se reconoció en el
espejo. Un equipo que compite, pero que no gana
porque en los momentos más decisivos comete un
error. O dos, o tres, como tres fueron los triples que
Sekulic
malgastó
en
el
último
cuarto.
Individualidades a un lado, y sin olvidar que Scheyer
(14 puntos), Nelson (19 puntos) y Toolson (11
puntos) mataron a los tinerfeños, Canarias es
territorio amarillo (71-76). En el Archipiélago
gobernaba
y
gobierna
el
Gran
Canaria,
simplemente, porque es el mejor. En el baloncesto
casi siempre gana el mejor, en la política casi nunca.
CB Canarias
Herbalife Gran Canaria
Canarias (20+19+18+14): Biviá (7), Blanco (7), Rost
(14), Sekulic (10), Donaldson (4) -equipo inicial-,
Guillén (11), Richotti (6), Uriz (7) y Lampropulos (5).
Gran Canaria (17+26+18+15): Scheyer (14), Beirán,
Newley (12), Nelson (19), Báez (2) -equipo inicial-,
Toolson (11), Guerra (5), Bellas (8), Prestes y
Alvarado (5).
Árbitros: García Ortíz, Pérez Pérez y Oyón.
Incidencias: Partido de la sexta jornada de la Liga
Endesa disputado en el Pabellón Santiago Martín,
ante 4274 espectadores.