La primera en casa, llegó
Con el tercer cuarto llegó la estabilidad, el
balance de jugar con las bondades propias y
los defectos del rival. Los canarios apostaron
por Rost, que es un ‘mister’ en la pista y un
‘señor’ en las estadísticas (22 puntos). Este
americano no defrauda y es el máximo
referente de su equipo, una estrella que no
brilla como otras, pero ilumina. Su juego interior
superó su acierto exterior, mas eso bastaba
para hundir a un rival sin esperanza.
A él se le unieron el imán de rebotes que era
Jakim Donaldson, y el temple en la dirección de
Uriz. De aquel triple del navarro que sentenció
el partido al final de los segundos, casi nada
cambió. El Canarias ganó con solvencia y con
justicia (93-78). Por primera vez desde 1991, la
afición canarista sintió un triunfo en sus venas.
Nada de televisión insana o de crónicas
maltrechas de agencias, el Canarias ha ganado
ante su público, ante los que una vez volaron y
triunfaron y ante los que nunca en su vida lo
habían hecho. La victoria de los 21 años llegó y
fue como Alejandro Martínez resumió, “Un
momento feliz”.
Y el niño de la cuarta fila del sector J del
segundo anillo se convirtió en realidad en algún
niño de alguna fila, de algún sector, de algún
anillo.
-Papá, papá… hoy hemos vuelto a volar.
Martínez: “Los 15 puntos de
diferencia, lo más importante”
Alonso: “En todas la ???????????????)???????
??????????????????t()
?
9I%L)1 U8?I