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El triunfo de los 21 años
-Papá, papá… ¿qué se siente al ganar?
-Ganar, hijo, es como flotar en el aire, es casi como volar.
- Hace tiempo que no vuelas ni flotas, papá.
-Hace tanto que no siento una victoria, hijo… hace tanto que casi lo he olvidado
Por Fran Rodríguez
Y el niño de la cuarta fila del
sector J del segundo anillo vio
cómo el balón bajaba por las
entrañas de la red. En realidad,
lo vio este niño ficticio y las
3.728 personas que anidaban
en el Santiago Martín: Ricardo
Uriz cerró el puño y elevó la
mirada. No miró a nadie en
particular, pero fue como si,
eslabón a eslabón, posase su
mirada en los ojos de cada
canarista. El marcador era
inmejorable: 84-65 a 4:50 para
la muerte del partido. El
encuentro había sido casi
perfecto.
Al Santiago Martín llegaba un
Lagun Aro sin alma, de esos
equipos que deambulan por la
estrecha línea entre la debacle
y el estrépito. Sin Woods y con
un equipo sin carácter, el
Canarias conjugaba todos los
verbos con la victoria. Los
primeros minutos mostraron a
un cuadro aurinegro superior
en las manos de Levi Rost, y a
una escuadra guipuzcoana que
se sostenía por la anarquía de
Jermaine Taylor. Siempre a la
sombra, siempre a remolque,
con pena y sin gloria. Así se
movía por el parqué un Lagun
Aro que en el primer cuarto aún
no fue sentenciado (17-13).
El Canarias conquistaba el
rebote y su ataque fluía por los
pies de un Nico Richotti que
sumaba más puntos que
minutos (13 puntos en ocho
minutos).
*Sekulic intenta taponar a Guillen // CB Canarias
Su efectividad era tan certera
como la defensa aurinegra, que
se transformaba desde el
esperpento de las primeras
jornadas a la competitividad de
ahora. Las victorias hacen que
todo sea bonito y ésta, en
concreto, embellecía hasta el
punto más débil del plantel de
Alejandro Martínez.
Al descanso, el equipo vasco
era tan obediente que cumplía
sus conductas de los partidos
anteriores:
segundo
peor
equipo anotador y con más
pérdidas por juego. Contra los
tinerfeños
habían
perdido
nueve balones y su poder
ofensivo era menos poder y
más carencia (46-32).