¿Si tuviera que dar un consejo, el único y
último, cuál daría?
Que estudien. A mis sobrinos les digo que
estudien, que se formen. Nosotros salimos de
gente muy humilde, y el único legado que les
dejaremos es la educación que les podamos
dar. La situación está muy mal y los mejores son
los que más oportunidades van a tener.
Llega la jornada ocho y el Canarias lleva
ocho derrotas. ¿Dimitiría?
No, no. ¿Y si ganamos los 13 últimos? Yo sólo
tengo que pensar en trabajar hasta el último día
y en que las cosas vayan mejor. La historia está
llena de ejemplos. Valladolid, Gran Canaria,
Bruesa que con Sito (Alonso) comenzó 0-5 y
después entró en ‘playoffs’, Manresa que
llevaba seis derrotas seguidas, Ponsarnau hizo
una miniconcentración y ganaron cuatro
consecutivos… No puedes pensar en eso,
porque no hay tiempo y no es operativo.
¿Pensar en dimitir? Para nada.
¿Cuál es la mejor cualidad de los jugadores
del Canarias?
Es complicado, pero yo creo que hay una
palabra que los engloba a todos: compromiso.
Todos los jugadores tienen un respeto absoluto
por la camiseta que defienden y a los demás
jugadores. Ésa es una de las cosas que los
jugadores que vienen al equipo saben:
compromiso con el equipo y compromiso con el
vestuario.
¿Algún jugador no ha tenido esa cualidad?
Hemos tenido algunos jugadores que no han
respetado eso, y evidentemente, no acabaron la
temporada y ha sido la peor experiencia que
hemos tenido en LEB Oro. Me refiero a (Rod)
Flemings y a Mac (Koshwal), más a Flemings
que a Mac. Yo creo que Mac es un chaval que
se dejó llevar por la personalidad del otro y por
otras personas más. Este año en Lituania me
preguntaron por él desde los New Orleans
Hornets y les hablé bien, les di mi informe muy
positivo y al poco tiempo disputó con ellos la
Liga de Verano. Yo creo que a Mac lo superaron
las circunstancias, su juventud y sus malas
compañías. Esos dos jugadores no entendieron,
o no quisieron entender, la idea, sobre todo
Rod. En Tacoronte, con Flemings, todo el
mundo vio que fichamos a un jugador
excepcional, como yo creo que lo es. Aunque
hay jugadores excepcionales en los que su
cabeza no va por el mismo sitio que sus
posibilidades físicas.
Si alguien cercano o cualquier persona se
plantara delante y le dijera: “Alejandro, no
tienes nivel para entrenar en ACB”. ¿Cómo
reaccionaría?
A Rajoy y Zapatero los criticamos porque nos
recortan de aquí y de allá. Supongo que a un
presidente recién elegido -y no soy para nada
de derechas-, lo último que le gusta es tener
que hacer cosas que había dicho que no iba a
hacer, pero que tiene que hacer porque si no, el
país se va al carajo. También hay algunos que
critican por criticar. Hay una anécdota con el
CAI con Curro Segura muy buena. Ellos estaban
casi ascendidos y nos ganaban por más de 40.
A falta de 1:30, metimos cuatro triples seguidos.
En la grada le gritaron: “Curro, hijo de puta, pide
un tiempo muerto”. Al rato, otro dice: “No lo pide
porque el otro es su amigo”. Y al final perdimos
de 35. A mí las críticas constructivas me
parecen cojonudas y las valoro, pero hay gente
que critica sin argumentos y que insulta por
insultar. Por encima de todo eso, si hay críticas,
pues se reciben. Que todo el mundo te aprecie
es imposible, y que todo el mundo no te aprecie,
también es imposible.