“No me considero especial, me considero
igual que el resto, aunque me han dicho
que a pesar de que me falte una mano
juego mejor que algunos que tienen dos”
Al principio, los padres se negaban a
que Alejandro practicara el deporte de la
canasta, pero con el paso del tiempo lo
han
ido
aceptando.
“Jugaba
a
escondidas. Les decía a mis padres que
me quedaba a kárate y me ponía a jugar
a basket”.
Cuando llegó a la categoría infantil,
Alejandro probó con varios equipos en
pretemporada. Habló con Alejandro
Bruno, coordinador del Santo Domingo,
y éste le puso en contacto con el CB
Tacoronte, aunque Pérez fue rechazado
por su problema en el brazo.
Posteriormente, probó con el CB
Canarias, pero el equipo ya estaba
formado, así que terminó fichando por La
Salle Laguna. “En este año aprendí
muchísimo, pues entrenábamos tres
veces
por
semana,
y
después
jugábamos los viernes los Juegos
EMDE, los sábados con el equipo infantil
y el domingo con el cadete”.