Por ello, hemos de hallar una pronta solución y desarrollar un plan de acción efectivo para evitar tan alarmante futuro.
La depuración del agua es un proceso caro y extenuante, y en un mundo globalizado, si algo no es rentable, no se lleva a cabo, pues la búsqueda del beneficio propio impera siempre sobre la realización del bien común. Procesos como la filtración son sencillos de llevar a cabo de forma barata y poco profesional, pero tal hecho les resta eficacia y viabilidad, por lo que no son del todo prácticos ni confiables.
Existe una solución alterna, una solución que eliminaría la necesidad de depurar el agua; no contaminarla desde el inicio.
Las grandes compañías y los monopolios son los mayores responsables de la problemática actual que rodea al agua, y los gobiernos, cegados por la avaricia, poco hacen, si es que hacen algo, para cambiar esta realidad.
Es estrictamente justo y necesario garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
La solución que proponemos radica en la legislación, en los acuerdos y tratados internacionales en pro del cuidado del medio ambiente y del agua, y en la firme voluntad de hacerlos valer.
Siendo que el agua pertenece a la tierra y a todas las especies, los dirigentes políticos habrán de representar y defender los derechos y las necesidades de otras especies en todas sus decisiones.
Los gobiernos de todos los niveles y las localidades de cada país deben de proceder al saneamiento de los sistemas fluviales contaminados. Deben también retomar el control sobre las grandes empresas de minería y forestales cuyas prácticas incontroladas siguen causando incalculables daños al agua y al medio ambiente.
Bibliografía
Judith Prieto Méndez. (2009). CONTAMINACIÓN Y FITOTOXICIDAD EN PLANTAS POR METALES PESADOS PROVENIENTES DE SUELOS Y AGUA. 22 de noviembre de 2018, de Tropical and Subtropical Agroecosystems Sitio web: http://www.redalyc.org/html/939/93911243003/.