dos mitades- del cual un modelo convertible bicolor importó por su cuenta
en 1951, Wilhelm Karl Matthes, quien
se lo lleva para San Cristóbal, en donde se desempeñaba como gerente de
Sacco.
Culmina la era de ventas de importados en una versión siempre mejorada a la ofrecida a los clientes
alemanes del escarabajo, con la instalación de la planta de ensamblaje en
Palma Sola, cerca de Puerto CabelloMorón, apoyada la producción en una
red que cubrió 54 puntos de venta y
servicio. Visionario al fin, Guido se
preocupa por incorporar a la línea de
montaje de Volkswagen valor agregado
nacional, especialmente en lo referente a lo metalmecánico y partes fabricadas localmente.
Hermann Zingg Aranguren, quien
junto con su hermano Gustavo ostentó
durante años la representación en Venezuela de Mercedes Benz, recuerda
que en Alemania resolvieron darle la
exclusividad de Mercedes a Zingg cuando detectan que Steinvorth también
deseaba ser agente de la Volkswagen.
De ahí que a comienzos de los
años cincuenta, Mercedes estrenará
agentes en nuestro país, distintos a la
Corporación Venezolana del Motor.
Las ventas de Mercedes fueron excelentes al punto que en Venezuela ensambló modelos de la estrella
correspondientes a los años setenta
mientras Steinvorth desarrolla la comercialización del escarabajo clásico,
la serie 1100 cc y 1300 cc en los años
sesenta, los fastback y la Brasilia.
Son inolvidables las manifestaciones de asombro de la gente de un pueblo oriental cuando a principio de los
cincuenta llegó el primer escarabajo:
«mayor tortugo», nada menos que de
aquellos con la ventana trasera ovalada dividida, quizás el rasgo que mejor
caracteriza al escarabajo que por entonces se ganaban el aprecio popular
de los conductores convencidos por
aquel milagro automotor alemán.
Comprometido con el país que
adopta, admitida la aceptación del escarabajo en todos los segmentos, Steinvorth toma parte en el proyecto del
carro popular lanzado por el gobierno
del presidente Rafael Caldera [19691974]. Califica, junto con la Renoleta
Renault, popularmente llamada Haydeé, con el VW que, en su versión más
simple, recibió el nombre oficial Negro
Primero, del cual se venderán muchísimos a ocho mil bolívares. Era el propio escarabajo simplificado al máximo
para lograr un precio imbatible de
venta al público ¡Todavía circulan!
De todas las personas entrevistadas, el hombre de finanzas y arte Nelson Sánchez Chapellín, me contó la
historia del propietario más volátil que
jamás he conocido, pues a la edad de
20 años él tuvo una experiencia breve
nada menos que con un Mercedes Benz
-pueden ser muy longevos- viejo, viejito.
Apenas recuerdo su color verde... sí verde oliva, cuatro puertas, asientos de
cuero desgatados por el tiempo y el uso,
años 50, comprado al jefe de la compañía donde trabajaba, estrenado con una
novia con quien compartía muchas ganas de escapar de la ciudad. Me habían
prestado una casa en Puerto La Cruz,
y sin pensarlo dos veces, nos fuimos en
la carcacha hasta nuestro destino, sin
ninguna dificultad. En esta experiencia
y con la excitación del viaje, vencí el
miedo que le tengo a cualquier desarreglo mecánico pues nunca en mi vida,
ni en ese momento ni ahora, he sabido
montar ni siquiera cauchos. Haciéndole honores a su pedigree, la verde voiture respondió hasta el final del viaje
sin ningún contratiempo, ya en Caracas, al día siguiente, ya no sirvió sino
para algún dueño de chivera.
Otro caso se refiere a un modelo
180 del año 1961. En esta versión de
1961, el arquitecto Felipe Montemayor
conserva uno en condición prístina
adquirido ese año por 18 mil bolívares
pagaderos por cuotas, sien ??X?p?[???YXY?HH[?]?\??YY?[??[B??X^X?X???X^X?X?[]\?[?K???L??