Automóviles y Caminos 2009 | Page 63

A vender carros en el llano Cuando se disolvió la firma Arvelo & Phelps, por haber concedido Ford Motor Company la agencia exclusiva en Venezuela al Almacén Americano, William H. Phelps decidió, en vista del visible acondicionamiento que se venía haciendo en las carreteras, realizar un viaje de propaganda a los estados Guárico y Apure. «Aunque la carretera más allá de Ortiz estaba todavía en condiciones poco satisfactorias, y habiendo sido yo designado para esta misión, me dispuse a iniciar el recorrido. El estado del ánimo dejaba mucho que desear. Prácticamente, el pobre auto iba despachurrando terrones llaneros; pero llegamos, siempre triunfantes, primero a San Juan de los Morros, y luego a Ortiz, El Sombrero, Calabozo, Camaguán y por último, San Fernando de Apure. El carro utilizado en aquel viaje era un Touring Car y su manejo fue confiado al Negro Felipe, recomendado especial de nuestro Jefe de Estación de Servicio, Juan de la Cruz Mata. Verdaderamente, se podía confiar en Felipe en lo referente a la mecánica del carro, que conocía al dedillo; pero no podía decirse lo mismo respecto al manejo, por lo que tenía yo que compartir con él, por horas, el puesto del volante y viajar siempre a su lado en el asiento delantero, como aconsejaba la precaución. Carlos Stelling y Ricardo Zuloaga emprendieron en 1918 un viaje hasta encontrarse con río Apure cerca de San Fernando, todo sin haber caminos adecuados para automóviles ni siquiera en el secano... Maracaibo Maracaibo era « en 1912, una pueblerina ciudad con unas pocas calles mal pavimentadas y con un busto de Cristóbal Colón montado sobre una esfera de dos metros de alto simulando un globo terráqueo, frente al puerto. La colonia americana estaba constituida sólo por el cónsul J. A. Ray y los nuevos exploradores, con quienes se reunía el señor William Phelps que tenía un almacén en Caracas para distribuir productos norteamericanos como máquinas de afeitar, de escribir y posteriormente los automóviles Ford ». [Ralph Arnold y George Macready: The first big oil hunt in Venezuela1911-1916]. Sin embargo, antes de finalizar 1912, paradójicamente, el comité de amigos de la aviación constituido en la ciudad, logra el arribo por vía marítima del piloto Frank Boland llevándole a los marabinos los mismos tres aviones que partir del 29 de septiembre exhibe en vuelos sobre Caracas, Valencia, Puerto Cabello y Barquisimeto. Permaneció un mes aguardando un repuesto solicitado a Nueva York para poder elevar el primer vuelo de una aeronave motorizada. Por cierto que acabó en aguas del lago. Entre los tres aparatos en demostración, tenía uno diseñado para acuatizar pero aquella vez la maniobra acuática fracasó y Boland tuvo que nadar hasta la orilla antes de iniciar el rescate del hidroavión accidentado. Sin lugar a dudas, en algún momento de 1910 estuvo presente en Maracaibo el fenómeno del automóvil. Cuando comienza a apoderarse de Maracaibo produce la pérdida de la vigencia y posterior clausura del sistema urbano de tranvía eléctrico que desapareció en 1935, cuando la ciudad tenía 110 mil habitantes y regularmente comenzaban a llegar aeronaves que se posaban sobre las aguas del lago para tomar o descargar pasajeros y carga. «El primer automóvil lo trajo a Maracaibo el señor Phelps. Mis abuelos fueron de los primeros que adquirieron uno de ellos» -me refiere el siempre atento y cordial jurista, diplomático y coleccionista, Kurt Nagel von Jess. También desde el Zulia se irradia el automóvil hacia parte del resto del occidente de Venezuela. Por caso, Francisco Domínguez Villegas, recoge en Páginas Trujillanas el suceso que vino a significar que en octubre de 1915 la ciudad de Nuestra Señora de La Paz vio circular por sus calles empedradas y revestidas de grama silvestre, al primer automóvil que llegó a Trujillo. Se indica que en el mismo embalaje en que llegara a la Estación de Ferrocarril de Motatán, procedente de Maracaibo, el automóvil fue conducido en hombros por una cuadrilla de trabajadores hasta el sitio llamado Paso de Jiménez, pues no existía aún la carretera. «Allí - dice - lo recibió para acondicionarlo y conducirlo a Trujillo, el coronel Lorenzo González Pacheco, trujillano de la población de Santiago, quien ejercía la gobernación del Distrito Capital, y se ofreció para esta comisión». En cuanto al automóvil en Maracaibo, Roberto Jiménez Maggiolo abunda en detalles en la siguiente narración la cual transcribimos tal cual lo encontramos: « .nuestra historia criolla [del automóvil], por lo menos en Maracaibo, la conozco bien a través de mis padres, De los primeros vehículos Ford que vinieron a Maracaibo, uno fue de mi padre Juan Bautista Jiménez, que se había graduado de médico menor de edad, a los veinte años en 1906. Le tocó el cierre de la Universidad del Zulia por Cipriano Castro, cuando estaba en cuarto año. El título lo obtuvo en Caracas y su mamá fue a firmar por él los registros legales. El automóvil, que posiblemente era del Modelo T [los llamaban «el Ford de tablita»] era blanco y los maracaiberos lo apodaban «el palo- 63