Maracaibo 1930.
Maracaibo 1949.
«Algunos médicos de Maracaibo,
acostumbraban visitar a sus enfermos
utilizando coches de alquiler ; y era costumbre
que, antes de comenzar el examen del paciente,
la familia de éste pagara la carrera al cochero.
Uno de los médicos, que por cierto tenía
excelente reputación, nos compró un Ford
en condición de pagos mensuales.
No puedo asegurar si el doctor dispuso facturar
el carro a nombre del chofer o al suyo propio ;
pero lo que sí recuerdo haber oído comentar
es que, al llegar a la casa del enfermo a quien iba
a visitar, luego de saludar a la familia, decía :
No se olviden de pagar la carrera al chofer,
lo cual era, desde luego, hecho inmediatamente.
Por supuesto que el precio de esas carreras
había sido ligeramente elevada, en proporción
a lo que se pagaba a los coches de alquiler».
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