5 de agosto de 1911
Panhard Levassor 1907.
Doña Zoila de Castro
dentro del vehículo.
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Por cuestiones del destino fue
exactamente el día y mes siguientes al
dedicado a recordar 100 años del nacimiento de la patria cuando Edgar
Anzola retornó a Caracas desde los
Estados Unidos, el 5 de agosto de 1911,
trayendo consigo los primeros carros
Ford que se conocieron en Venezuela.
Ese primer automóvil Ford lo probó el propio Anzola el 24 de septiembre y, según el cronista del diario
El Tiempo, «dio buen resultado. El paso
fue rápido y el manejo no ofreció grandes complicaciones. La tarifa para
paseos oscilará entre 8 y 10 bolívares
la hora».
A nadie se le podía ocurrir que
sin ton ni son iba a sentarse al volante
por lo que el negocio sería ofrecer el
servicio de traslados y paseos con chofer incluido. Más tarde vendrían las
ventas y consiguientes clases de manejo para los compradores particulares.
De manera que en los primeros
tiempos, quienes habían aprendido a
conducir se ocuparon de desarrollar el
negocio corporativo del automóvil de
alquiler, por supuesto que con la excepción de aquellos aventajados por la fortuna quienes, comenzando en 1904,
trajeron sus propios carros, mayoritariamente europeos. Con estos debían
traer también al chofer-mecánico, gasolina, aceite y lubricantes adecuados.
En 1912, le encomendaron al propio Anzola la tarea de acreditar los
vehículos en el interior del país. Los
automóviles se llevaban desarmados
en grandes cajas, hasta la ciudad donde iban a funcionar. Allí se efectuaba
el montaje, se hacía la exhibición, se
«trabajaba» al cliente y, como punto
final, se le enseñaba a conducir. El
precio de un vehículo, puesto en el interior, era de nueve mil bolívares, todo
incluido.
Incluso fúnebres
En 1913, incluso las agencias funerarias adquirieron automóviles para
el traslado de sus clientes. La primera
de ellas fue la agencia La Equitativa
Nacional , que recibió dos carros fúnebres en 1911. Pero -aclara el periodista Javier González- no sería sino en
1913 cuando entraron en servicio, una
vez que las autoridades otorgaron el
permiso respectivo. Ese año, por cierto, el general Pedro José Arvelo pasó
a la historia, más que por sus hazañas
militares, por ser el primer muerto que
llegó en automóvil al Cementerio General del Sur .
Del año 1912 data la introducción
al país de las primeras motocicletas,
camiones y ambulancias. Ese año la
policía caraqueña fue dotada de 12
«modernas y veloces» motocicletas.
En diciembre de 1914, el Ejército
recibe un lote de camiones «acondicionados militarmente», así como 24 motocicletas, tres ambulancias y cuatro
automóviles, entre ellos, uno para el
Presidente de la República.