También se ha hablado de la necesidad de complementar el axioma en el que descansa el liberalismo, según el cual ningún hombre o grupo de hombres puede atacar a la persona o su propiedad, con la noción de oportunidad. Es decir,“ la libertad individual no tendría que ver solamente con el tener derecho a hacer lo que pueda querer hacer, sino que tendría que ver con los medios efectivos para hacerlo.” 2 Ahora bien, si la calidad de una democracia alude al goce de los derechos y libertades políticas, civiles y sociales 3, entonces la noción de la democracia como un estado estático, alcanzado mediante las instituciones y mediaciones para la representatividad, sería una acotación y reducción de lo que en esencia debiera ser la protección a la libertad de todos los individuos vía el aseguramiento de sus oportunidades. La crisis actual de la democracia no radica sólo en la fuerza de demagogos, en la cooptación de la opinión en medios de comunicación ni en los fraudes electorales. Se habla de tal crisis porque existe una nula regulación del mercado y a su vez se hunde la legitimidad de un gobierno que se da aires de ser representativo, sin tomar en cuenta el desarrollo de su pueblo. Después del auge de la expansión del capitalismo, la reducción de las tasas de ganancia provocó que el mercado buscara eliminar la regulación y poder así expandirse a otros ámbitos. La privatización de las empresas públicas y la liberación del mercado sólo han provocado una creciente desigualdad entre los individuos. México es un claro ejemplo de que cuando una llamada democracia pierde el poder tes en forma de discriminaciones; se trata de paredes de acceso a fondos de dinero, que separan a quienes tienen y quienes no tienen, muros económico, pierde el poder político. Quien resulta ser soberano es el consumidor y no el pueblo. De nada servirá ser levantados por reparto extremadamente asimétrico de oportunidades vitales y opciones profesionales” 2 El mundo interior es de quienes tienen poder adquisitivo, el de fuera, los excluidos del mercado, quienes partícipes en las arenas de contienda política si la libertad real es alcanzada por unos cuantos que tienen un alto poder intentan sobrevivir con sus tradiciones, su folklore y su pensamiento supersticioso. Así los vemos nosotros en tanto poseedores del mundo, los adquisitivo mientras que, a otros, además de negársela, se les imposibilita el acceso. vemos como esos que sobran en nuestro mundo. El capital ya se comió
Antes de que le preguntara a María sobre su experiencia en el gobierno, durante la comida, me narraba el tiempo en que le encargaron la organización de las comunidades durante la guerra.“ La represión acabó con las comunidades, imagínate a todos huyendo a los cerros. Después de que pasaba el ejército no quedaban ni tiendas, ni escuelas para los cipotes pequeñitos. Mi trabajo era organizar a las comunidades, y para eso creábamos grupos que atendieran los problemas de la salud, la alimentación, la resolución de conflictos internos, etc. A veces, era divertido, a veces, no tanto.” El relato continuaba mientras ella se encargaba de traer más tortillas a la mesa. Justo después de regañar al perro, que rondaba gustoso la mesa, enfatizó:“ lo que pasa, es que la Revolución tiene una base social. Sin ella, no es posible el cambio.” Durante las últimas décadas, el Estado mexicano se ha mostrado, cuando no ausente, fallido y en su ausencia ha ido en detrimento el respeto a los derechos y a las libertades. Sin embargo, frente a la ineficacia del gobierno, cientos de iniciativas brotan de los propios ciudadanos. Si el Estado no garantiza el respeto de los derechos ni la generación de oportunidades para todos, ¿ por qué los ciudadanos no habrían de hacerlo? Una noción de la democracia como un movimiento histórico hacia la igualdad y libertad real podría hacer un cambio significativo. Como reza el refrán, hay veces que un ocotito provoca una quemazón. ▪
Jorge Flores
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Federico Saettone.“ Democracias y democratizaciones” de Leonardo Morlino Centro de Política Comparada, Ciudad de México, 2005, 321 pp. en Revista SAAP. Publicación de Ciencia Política de la Sociedad Argentina de Análisis Político: Buenos Aires, vol. 2, núm. 3, agosto, 2006, p. 672.
Autarquía 19