Fotografía por: Mauricio Díaz
cruda violencia y envilecimiento.
El derecho a la vida se ha convertido en un verdadero reto y en un acto subversivo, la igualdad se mide por el poder económico y político, la libertad es una ilusión o el principio del sometimiento, la justicia es para quienes pueden pagarla, la ley es de los políticos y mafiosos, ya ni qué hablar de los derechos agrarios y de la libre determinación de los pueblos indígenas; son una ilusión. Pese a ello, las movilizaciones sociales siguen luchando por hacer visibles los más de 30 mil casos de desapariciones forzadas, los feminicidios, los despojos, los crímenes de lesa humanidad, etc., pero los oídos del Estado son sordos y sus instituciones inútiles. Hasta el año 2000 teníamos la visión de un Estado divinizado, donde las distintas disciplinas académicas y las instituciones políticas eran quienes lo sostenían y lo conducían, con una pretensión totalizante que buscaba integrar las distintas versiones antagónicas hacia una aspiración común, ser primer mundo. Ahora tenemos un Estado refugio que no le interesa integrar nada, sino imponerse como el protector de todo, a costa de la omisión y la invisibilidad de las problemáticas y protestas que se viven en el interior. El Estado ha optado por la vía de la negación directa de todo aquel y aquello que no se someta a su protección y aceptación. Esa es la miseria del Estado.
Sin embargo, no hemos reparado en que“[…] el Estado no ha existido eternamente. Ha habido sociedades que se las arreglaron sin él, que no tuvieron la menor noción del Estado ni del Poder estatal.” De modo que, para vivir sin este tipo de Estado tendríamos que crear otras instituciones, como las que han recreado y reinventado los pueblos indígenas, pues:“ Al debilitarse los estados nacionales, los individuos buscan revivir sus vínculos personales en comunidades cercanas, capaces de ser vividas y no sólo pensadas, que puedan dar un nuevo sentido a sus vidas.” 5 ▪
Elías García
3 Villoro, Luis, Estado plural, pluralidad de culturas, 1a ed. Paidós, Mexico [ etc ], 1998, pp. 24 – 25.
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V. I. Lenin, op. cit., p. 17. Autarquía
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