Carta editorial
E n esta ocasión queremos prestarle especial
atención a la Libertad como un tema que
exclama su presencia en todo ejercicio del
pensar. Habrá que reflexionar en ella, más
allá de una condición final y esperanzado-
ra, como el carácter revelador del sueño y
la poesía. La Libertad, con sus extremida-
des intangibles, desoculta y desnuda, nos
arranca de las apariencias; no como aquélla
que se encuentra al final del camino, de las
luchas y la resistencia, sino como el satéli-
te mismo de nuestra búsqueda perpetua.
En este número le apostamos a la pregunta
por el qué significa ser libres en nuestra épo-
ca, en un mundo donde las cosas nos pro-
meten libertad, y, si bien de libres nos queda
poco —o mucho—, hablar de ella es un sal-
to a la cacería de uno mismo, una inquietud
constante que sostiene a la razón con una
mano y con la otra a la barbarie. Ante el dolor
y el placer de la vida, ¿con qué derecho el ser
humano se libra de su aprisionante fatiga? ▪
“La Libertad con
sus extremidades
intangibles, des-
oculta y desnuda,
nos arranca de las
apariencias”.
Revista Autarquía
Autarquía
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