Auschwitz, el matadero de la historia AUSCHWITZ revista | Page 70

[70] caso de necesidad quitando a los niños y trayéndolos con nosotros. Si las otras razas viven con comodidad o fallecen de hambre me interesa solamente tanto en cuanto las necesitemos como esclavas para nuestra cultura; aparte de eso, no me interesa. Si 10.000 mujeres rusas se derrumban de agotamiento o no mientras que cavan una zanja antitanque me interesa solamente tanto en cuanto la zanja antitanque se termine para Alemania. Nunca seremos rudos o despiadados donde no es necesario; eso está claro. Los alemanes, que son la única gente en el mundo que tiene una actitud decente con los animales, también adoptaremos una actitud decente con estos animales humanos, pero es un crimen contra nuestra propia sangre preocuparse por ellos y darles ideales. Les hablaré aquí con toda la franqueza de un tema muy serio. Ahora lo discutiremos absolutamente abiertamente entre nosotros mismos, sin embargo nunca hablaremos de él en público. Me refiero a la evacuación de los judíos, el exterminio de la raza judía. Es una de esas cosas que es fácil decir. ―La raza judía debe ser exterminadaǁ, dice cada miembro del partido. ―Eso está claro, es parte de nuestro programa, eliminación de los judíos, exterminio, bien, lo haremosǁ. Y luego todos ellos aparecen, los ochenta millones de buenos alemanes, y cada uno tiene su judío decente. Por supuesto, los otros son cerdos, pero este es un judío de primera clase. De todos aquellos que así hablan, ni uno ha mirado, ni uno ha estado en pie ante ello. La mayoría de ustedes sabe qué significa ver cientos de cadáveres yaciendo juntos, quinientos, o mil. Haber pasado por esto y todavía -aparte de algunas excepciones, ejemplos de debilidad humana- haber permanecido compañeros decentes, esto es lo que nos ha hecho duros. Esta es una página gloriosa en nuestra historia que nunca se ha escrito y nunca será escrita, ya que sabemos con qué dificultad deberíamos hacerlo nosotros mismos, si – con los bombardeos, las cargas y la depravación de la guerra – todavía hoy tuviéramos judíos en cada pueblo como saboteadores secretos, agitadores y traficantes de problemas. Ahora habríamos alcanzado, probablemente, la etapa de 1916/17 cuando los judíos todavía estaban en el organismo nacional. Hemos tomado de ellos la abundancia que tenían. He emitido una estricta orden, que el SS-Obergruppenführer Pohl ha realizado, de que esta abundancia debe, como asunto ordinario, ser entregada al Reich sin reserva.Tenemos el derecho moral, tenemos la tarea para nuestro pueblo de