hombres y quemaron sus ropas ante sus ojos . No existe una conexión concreta entre los dos episodios , más allá del hecho de que ocurrieron en lo que la gente ajena al lugar suele considerar una ciudad tranquila y soñolienta , pero ambos apuntan a una corriente subterránea de violencia y prejuicios que atravesó la zona urbana de Oklahoma . Si Chet Baker no se vio afectado directamente por ella ( aunque estaba al tanto de la masacre de Tulsa y al menos una vez habló al respecto con un tono de voz pausado que ponía en evidencia el horror que sentía ), sí tuvo un impacto poderoso en sus padres y demás familiares , y constituye parte del legado que la familia esperaba dejar atrás cuando se mudaron a California , un mundo donde a Chet el hecho de no ser negro le conllevaría otro tipo de dificultades .
La cuestión de la raza sobrevuela cualquier discusión sobre el jazz , y siempre de forma problemática . En la década de 1980 , músicos europeos como el trompetista Franz Koglmann prestaron nueva atención al estudio detallado de algunas de las estrellas blancas de la primera época del jazz , por ejemplo Bix Beiderbecke y Frankie Trumbauer , quienes solían ser alabados pero cuya música rara vez se escuchaba ( era mucha más la gente que conocía la historia de Bix que la que escuchaba su obra ), al tiempo que se los descartaba como a figuras con valor secundario en el desarrollo de la música . Chet tomó elementos tanto de aquella corriente musical como del bebop , pero a medida que las reputaciones de los diversos estilos fluctuaban en popularidad o caían en el olvido , dichas influencias acabaron por desvanecerse . Llegó incluso un momento en que Chet daba la impresión de ser un trompetista que había dado la espalda a la forma dominante de su tiempo , el bebop . Es una cuestión que debe analizarse con mayor profundidad .
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