nuevas. Debe mostrarse tranquilo y
tolerante con las señales confusas o
poco definidas del jinete.
Morfológicamente: Debe flexionar
el cuerpo, acortando o alargando el
paso, saber usar su espalda y los músculos abdominales correctamente.
El movimiento es diferente para
cada animal, por ello hay que estudiar el que mejor se adapta cada jinete. Debe ser rápido en responder
a las voces de mando.
El amor de la familia y a la vida es
lo más importante:
• No permitan que sus niños, o sus
pacientes se queden sin atención.
Estimúlenlos, anímenlos; luchen por
ellos y ayúdenlos a que luchen por
ellos mismos para que no se sientan
derrotados.
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• La edad ideal para aplicar este tipo
de terapia es en niños menores de
tres años ya que tienen más plasticidad. En los primeros contactos,
el niño deberá acercarse al caballo,
acariciarle, darle de comer; es muy
importante que se produzca el contacto físico para que la persona tome
conciencia del volumen del animal.
• El niño deberá ser colocado en la
cruz del caballo, lugar donde la columna del animal es más alta (donde
el cuello se une con la espalda), en
este punto se reciben los movimientos de los músculos anteriores y posteriores, que son los que provocarán
el estímulo.
• Se recomienda cabalgar sin montura, ya que esto permite un contacto
más directo entre el equino y el enfermo. Además el movimiento producido por el trote del caballo sirve
como masaje.