Asetur 18 Febrero.2014 | Page 39

Y según el dicho popular, dice que si una mujer embarazada ayuda a la elaboración de tamales, estos tardan o no se cuecen. En nuestra cultura gastronómica existe una diversidad de tamales según el tipo de masa, la forma de envolverlos, relleno y la ocasión. La palabra tamal proviene del náhuatl tamalli que significa envuelto, este platillo de origen prehispánico, sus antecedentes son descritos por Fray Bernardino de Sahagún: “Comían también tamales de muchas maneras; uno de ellos son blancos y a manera de pella, hechos no del todo redondos no bien cuadrados… Otros tamales comían que son colorados…” Suele ser de preparación simple o muy elaborada a base de maíz cocida o elote tierno crudo, el relleno puede ser de vegetales o frutas, carne (res, pollo, cerdo, pescado o mariscos) acompañado con una salsa de chiles, envuelto en la misma hoja de maíz (totomoxtle o fresca), plátano, hoja de aguacate, hoja de papatla, espinacas, acelgas; o bien, poder ser dulces, con zapote, piña, coco, etc. Hasta antes de la conquista solo eran provistos de la masa de maíz, molido quebrado o elote, posteriormente con el cerdo fue que adquirieron porosidad y suavidad por la integración de la manteca en su preparación y por el tiempo de batido. La palabra tamal tiene diferentes sinónimos según el país y cultura; por ejemplo: En México, España, EEUU y Guatemala se les llama tamal; en Venezuela se le dice hallaca, Belice se conoce como bollo y en Brasil son dulces y se les dice pamonha. 38